La Biblia Capítulo 6 9 Esta es la historia de Noé. Noé era un hombre justo, irreprochable entre sus contemporáneos, y siguió siempre los caminos de Dios. |
Meditación:
LA HISTORIA DEL GÉNERO HUMANO Menos mal que Dios en su voluntad hizo nacer a Noé, para que por él, por Noé, en el mundo siguieran viviendo las personas y las bestias y continuara el mundo con los hombres que somos a semejanza de Dios. ¿Quién duda del amor de Dios? La vida nos enseña que, cuando las personas se pervierten y se van olvidando de Dios, Dios envía a un Santo a reformar y formar a los que se han dejado pervertir por la maldad. Y vuelve Dios a dar su amistad a los hombres, porque Dios ama al hombre; hizo todo por el hombre, todo está hecho para que el hombre, nosotros, los seres humanos podamos recibir en este exilio de Dios, Su Amor y Amarlo. Dios nos ama tanto que por eso nos creó, porque Satanás lo retó a amarnos; amándonos como nos amaba, lo retó a decidirse a probarnos sabiendo que seríamos tentados por él, por Satanás y sus secuaces, que parece en la historia universal que a veces nos gana, pero siempre Dios envía a un Noé que le ayuda por su fe y las obras de esta fe. Dios le dijo lo que tenía que hace: Un arca; le dijo como tenía que ser, y así la hizo; por su fe en Dios, la hizo como tenía que ser, para que siendo como Dios dijo, resistiera al Diluvio Universal. Noé, el hombre justo que Dios nos dió para la generación humana, trabajó sin cesar, y con el sus hijos, para que, obedeciendo todos: él, su mujer, sus hijos, esposas y familia, fueran esta generación que tiene fe y obra por su fe, y con su fe ayuda al mundo, a que se renueve y cambie y, de pecadores, los hombres se hagan santos: agradables a Dios, que nos creo, aparte de sus amados ángeles, y seres vivos y toda la creación que tenemos y vemos y que nos ayuda al equilibrio del mundo para seguir el hombre viviendo, existiendo y siendo los amados de Dios. Noé, hombre justo y trabajador, hombre de fe, hombre de obras de fe en Dios que le habló y, comunicándose con él, le dijo lo que tenía que hacer y Noé hizo por amor a Dios. Amados, Dios os habló y tu oíste su petición: “Amaros los unos a los otros como Yo Dios os amo”. Y entonces, ¿A qué esperas a ser como Noé y a obedecer del todo, en la medida, en la forma y el contenido del Arca? Tienes las medidas, las virtudes que Dios quiere que tengas; tienes la manera: Uniéndote a Jesús en la Eucaristía, y tienes los detalles: tu labor, tu trabajo, tu voluntad en hacerlo, por tu fe. Haz tu arca, esa alianza que Dios da a todos los que ama, y Dios ama a todos, y quiere que todos entren en Él, en el Arca, y coman de Él, en la Eucaristía, y se salven del ‘Diluvio’ que extermina al mundo: La muerte física y del alma que no ha entrado en el Arca, que no ha comido de Dios, que es Pan de Vida Eterna. La Historia del Universo, se repite una y otra vez en forma distinta, de maneras diferentes, pero nos enseña siempre que Dios nos ama y que, siendo amados por Dios, los que aceptan su amor y le aman, y hacen las obras que demuestran y muestran que aman a Dios, estos se salvan del Diluvio Universal y de la muerte carnal, porque van, otro día, a resucitar nuestros cuerpos y estaremos todos dentro del Arca, de Jesús de Nazaret, del Mesías, el Rey de reyes: Dios de Amor, paz y bien. Amén. P. Jesús © copyright |