En mi interior Lo más maravilloso, sucede. El milagro más prodigioso, ocurre.
Un acontecimiento magnífico un regalo divino.
Sí, científicamente inexacto, pero mentira es negarlo. Sí, humanamente inconcebible, pero Dios lo hace posible.
Es increíble, pero no falso, que tras comulgar, ¡oh, Dios Santo! dentro de mí, te poseo por un efímero rato.
Mi alma unida a ti, ¡en Amor abrazados! Mi corazón, palpitando junto al tuyo, mi espíritu, acompañado por el tuyo.
La Trinidad se hace presente dentro de mí, verdaderamente. El Amor, acude humildemente a mi ser insignificante.
Es inevitable, que en esos bellos instantes me sienta en el Paraíso, e irme junto a ti, no me importase.
Es inexpresable la preciosa sensación, que inunda mi ánima, al tener en mí, al Creador.
Un fuego de amor, siento arder en mi interior, mi corazón se acelera ¡la felicidad sincera me alberga!
De mis tristezas, me siento aliviada, de mis preocupaciones, liberada. Veo que en mí, tienes puesta tu mirada, y mi alma, de ti embelesada.
Me siento tan, tan amada, que deseo fundirme en tu amor. Me siento tan, tan dichosa que no deseo perderte, mi Señor
Nadie puede destruir mi felicidad, y por nada lo podría cambiar. Pues nada hay más extraordinario que tener a Dios conmigo, ¡a Dios en mi interior!
¡Oh Dios, qué gran deseo! que todo el mundo te tenga en su interior, para que sientan en extremo tu paz, alegría y Amor.
Alba Bellido Durán |