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Poesías - 6. página

Ama

 

Ama 

Ama, alma, ama,

aún en tu desdicha,

aún en tu amargura,

ama.

 

Contra el odio, lucha,

deshazte de la venganza

reviste tu corazón

de amor y de esperanza.

 

Si sabes amar

dichoso serás.

Si decides amar

el Cielo ganarás.

 

¿No eres feliz?,

¿no quieres vivir?,

¿no tiene motivo tu existir?

Ama.

 

¿No puedes perdonar?,

¿no puedes olvidar?,

¿no sabes disculpar?

Ama.

 

Aún te cueste lágrimas,

aún te partan el alma,

aún sean culpables de tu desdicha,

ama.

 

Aunque no te correspondan,

aunque no se lo merezcan,

aunque sea en la distancia,

ama.

 

A Dios

a ti,

a los demás,

ama.

 

¿Deseas ser feliz?,

¿deseas sonreír?

¿deseas el Amor sentir?

Ama.

 

El amor es algo maravilloso,

el don más prodigioso.

El amor compra todo

el amor vence a todo.

 

El amor sincero,

el amor verdadero,

¡el más puro y bello!

es aquél que proviene del Cielo.

 

Ama en el sufrimiento,

ama en el  alborozo.

Ama unido al Amor

ama por Jesús, el Señor.

 

Amigo mío,

ama con el Amor,

ama por el Amor.

 

Alma, te quiero.

 

Alba Bellido Durán
© copyright

 

Reconciliación de Amor

 

Reconciliación de Amor 

El amor con que nos amas

en tu perdón se ve reflejado,

solamente hay que aceptarlo

para vivir a tu lado.

 

La gracia, uno necesita

para vivir con alegría,

devuelve la sonrisa

y tu bella compañía.

 

Preciosa reconciliación

hallo en la confesión.

Amor inmerecido

perdón concedido.

 

Todo un Dios esperándote

para consolarte,

para perdonarte,

¡para amarte!

 

Dios

nuevamente mi alma

en tus brazos descansa,

la paz me embriaga

y tu amor me restaura.

 

Dios

deseas perdonarme,

deseas recuperarme,

deseas consolarme

y volver a tu amor, darme.

 

Nuevamente a ti regreso,

nuevamente a ti acudo,

para que mi alma limpies

y mi corazón abrases.

 

Gracia santificante,

dentro de mi nuevamente.

Preparada ahora para seguir el combate,

Aunque tenga que regresar a buscarte.

 

Bello regalo ¡oh mi Señor!

es tu reconciliación de Amor.

 

Alba Bellido Durán
© copyright

 

Amados por Dios

 

Amados por Dios 

 Dios amado,

te complaciste en crear al ser humano,

y desde entonces nos has amado y cuidado.

 

Triste separación tuvimos,

que Tú no deseabas.

Por culpa del pecado nos alejamos,

y Tú has deseado recuperarnos.

 

El Paraíso

querías fuese nuestra morada.

Para siempre

nos dabas la felicidad regalada.

 

Débiles, te desobedecimos,

tentados fuimos, y caimos;

por eso, en este mundo, ahora vivimos….

 

Tú, amándonos todavía,

hiciste que engendrara María,

a Jesús, Dios, que para salvarnos, moriría.

 

Te hemos defraudado,

te hemos negado,

¡te hemos matado!

Pero nos sigues amando.

 

Cuántas veces nos has perdonado,

¡Cuántas oportunidades nos has dado!

Tu paciencia no se ha agotado,

y algunos dicen, que eres tirano.

 

Tu misericordia, me enamora,

Tu lucha por recuperarnos, me emociona.

Ante tu grandeza, insignificantes somos,

pero Tú nos tratas como a tesoros.

 

¿Por qué tanto amor?

¿Por qué tanta bondad?

 

¡Porque eres Dios de Amor!

del Universo, Rey y Señor.

¡Porque eres misericordioso!

justo y bondadoso.

 

Precioso es, tu amor por nosotros,

Espero yo, corresponderte como te mereces.

 

Alba Bellido Durán
© copyright

 

Manos consagradas

 

Manos consagradas 

 

Por Dios elegido,

ordenado por el obispo.

En Ministro leal, convertido,

para guiar al pueblo perdido.

 

De los sacramentos, administrador,

del evangelio, predicador.

Siervo del Señor,

por tu voto y amor.

 

Eres sacerdote,

pastor que las ovejas, a Dios trae.

Eres sacerdote,

clérigo que cuidas a tus fieles.

 

Eres Sacerdote

tus manos, consagradas tienes.

Eres Sacerdote

hasta la muerte.

 

Tus labores y tu paciencia,

tu voto de castidad y obediencia,

tu entrega fiel a la Iglesia;

cumples con diligencia.

 

Con negra sotana vestido

das ejemplo y respeto.

Eres portador de paz y amor.

¡eres guerrero del Señor!

 

La Santa Misa oficias,

la doctrina explicas.

La Iglesia propagas,

la Fe nos contagias.

 

Eres fiel a tu vocación,

pues fue por libre decisión

que elegiste esta ordenación.

 

Están en tus manos,

de tus fieles, las almas,

por eso les das los sacramentos.

por eso a vivir la santidad les enseñas.

 

Eres tú, sacerdote,

¡él único que a Dios trae!

a la Tierra nuevamente.

 

Benditas sean tus manos consagradas,
pues han tocado la Hostia Sagrada.

 

Querido sacerdote,

deseo agradecerte

tus sacrificios y ministerio,

porque por ti, está cerca el Reino de Dios.

 

Alba Bellido Durán
© copyright

 

Soledad

 

Soledad 

 

Te sientes por todos abandonado,

en un rincón aislado.

Por las burlas, maltratado,

por su indiferencia, dejado de lado.

 

Solo, te sientes solo;

hundido en la soledad,

deseando esconderte de la humanidad.

 

Solo, te sientes solo.

Rechazado por los demás,

inútil y sin poder ser más.

 

Piensas aprender a vivir en soledad,

quieres alejarte de la sociedad.

Ya no deseas ninguna compañía,

tienes miedo a que te dejen algún día.

 

Te sientes solo,

y eso, mi alma entristece.

Te sientes solo,

¡y eso no mereces!

 

Te sientes solo,

y no te das cuenta,  

de que Dios, está a tu lado

y eres por Él, ¡tan amado!

 

Sí,

 te han dañado,

te han abandonado,

te han mentido,

¡Cuánto has sufrido!

 

Amigo mío, alma,

déjame secar tus lágrimas,

déjame ¡decirte que te quiero!

Abrazar tu corazón, deseo,

¡devolverte tu sonrisa, espero!

 

Querido amigo mío,

aún en la distancia,

mi amistad sincera te ofrezco.

 

Hermano en Cristo,

deja que te acompañe en tu soledad;

juntos caminemos hacía la santidad.

¡Consigamos la verdadera felicidad!

 

 

Es hora,

de poner fin a tu soledad,

dejar la amargura y la ansiedad.

¡A Dios, agárrate y confía!

¡ámale!, que Él te ama y es tu compañía.

 

Te sientes solo…,

pero sinceramente te digo,

que no lo estás.

 

Alba Bellido Durán
© copyright