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Consulta 5

C. , 35 años , de Venezuela. 4/15/2009

Gracias por tu sinceridad, pero mi pareja no tiene nada que ver con la ruptura de la mama de mi hijo, trate de salvar el matrimonio pero no sucedió. Ella hace su vida y yo la mía. Lo que quiero es que Dios me de la fortaleza para hacer que mi hijo crezca con amor y salud y que algun dia me perdone y me comprenda. Gracias por su Fe.

Respuesta de: María Durán de Bellido. 4/18/2009

Alma consciente de sus responsabilidades pero impotente por las circunstancias actuales; lamento mucho que después de intentarlo no pudierais seguir adelante con este matrimonio. ¿Quizás sea un caso de posible nulidad? Estaría bien que no tuvieras que vivir en esta situación contraría a la Santa Madre Iglesia. Te aconsejo que acudas al Obispado al que perteneces y aclares con el sacerdote encargado de temas de nulidad matrimonial, si es que realmente estás casado por la Iglesia. Eso es lo bueno para ti, tu hijo… tu esposa… Y Dios te lo premiará con una estabilidad emocional y con la ida a la vida Eterna.

Es muy difícil que no puedas dañar a tu hijo: es imposible que no lo dañes, y el sufre y sufrirá por tus acciones y las de su madre. Y esto es sólo el principio del principio, porque como tú has hallado pareja, posiblemente su madre también y entre todos os repartiréis a este niño que no sabrá jamás lo que es una familia normal, con un padre y una madre que se aman entre ambos y le dan hermanos para crecer juntos y con estabilidad emocional. ¿Qué será de tu hijo? No se sabe, pero seguro que no será lo mismo que si tú y su madre vivierais para y por él. Una vida estable no va a tener, y muy seguro tu mujer le dará otro padre, al que posiblemente si vive con él, no sabrá reconocer si es su padre o no, y esperemos que no se separen como ha ocurrido contigo, porque luego posiblemente puede repetirse la historia “del derecho a vivir con una buena pareja”.

Es preferible luchar por la estabilidad matrimonial, porque mujer perfecta no la hay, ni hombre perfecto tampoco. Y hay que aceptar el sufrimiento que ello conlleva y usar de la oración, la mortificación y el sacrificio, que esto es ser un cristiano responsable: la responsabilidad de coger nuestra cruz, cada día, y llevarla con alegría, la alegría del cumplimiento del deber.

Es triste y lamentable esta situación familiar. Y es imposible que tu hijo no sufra: sufre y sufrirá.

No sólo se sufren los niños en el ‘tercer mundo’, allí se sufre por no tener pan y agua, aquí se sufre por no tener padre o madre…

Recemos a Dios para que en su misericordia tenga compasión de este niño y de todos los niños del mundo entero. Padre nuestro, que estás en el Cielo, santificado sea Tu Nombre; venga a nosotros Tu Reino; hágase Tu voluntad en la tierra como en el Cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del maligno. Amén.

Y tú, como todos, vas a pagar las consecuencias de tus actos. ¿Podrás afrontarlos? Lo digo porque sé que te duele que tu hijo sufra y que lo encuentras a faltar, pero todo y así has renunciado a él, y has llegado a un acuerdo con su madre: que cada uno le dé un posible sustituto suyo… Así es… no nos vamos a engañar. Por eso hay que aceptar los errores y vivir a las consecuencias y no hay milagros para suplir el dolor de un niño de no ver a su padre al que ama y necesita para ser un niño normal y sano. Pero…

Queda en paz.

 

Sección: Hijos