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La oración

La oración

Como el viento
que corre por el mundo.Como el agua incansable
que fluye de una fuente.Como los ejércitos de hormigas
que trabajan unidas.

Así es la oración.

A veces silenciosa.
A veces sonora.
A veces visible.
A veces invisible.

Habla con Dios,
Cuéntale tus cosas…

Él te hará llegar la respuesta
de manera que la entiendas.

Perseverante y paciente.
Confortante y palpante.

Así es la verdadera oración.

Fuerte como el hierro…

Es la cadena que nos ata a Dios.

Saca la oración de tu vida
y  poco a poco te irás apartando de Dios.

El gran poder de la oración
es enorme,
con ella
puedes mover montañas.

La oración más potente,
es la Misa;
porque en ella
Dios Mismo se hace presente entre nosotros.
Y al comulgar,
entra en nosotros.
Es entonces
Cuando le podemos hablar cara a Cara,
corazón a Corazón,
y …
cuando dos corazones están abiertos y unidos,
nada puede contra ellos,
porque es el amor
el eje de la vida.

Es el amor
lo que nos da fuerza y valentía.

Y…
es la oración

la que nos lleva al amor.

Montserrat Bellido Durán
© copyright

 

¿Qué es?

¿Qué es?

¿Qué es una flor sin pétalos?
¿Qué es una frase sin palabras?
¿Qué es una ventana sin cristal?
¿Qué es una vela sin llama?
¿Qué es un ojo sin pupila?
¿Qué es un teclado sin letras?
¿Qué es un coche sin ruedas?
¿Qué es un estofado sin sal?

Lo mismo que el hombre sin Dios.
Algo que no está completo.
Algo que no es en plenitud.

Cuando el hombre está en unión con Dios:
ES UN HOMBRE ENTERO.

Cuando no tenemos a Dios,
nos falta la delicadeza,
la caridad,
la esperanza,
la fe…

Unámonos cada día más a Dios,
y no nos quedemos más a medias.

Porque si nos quedamos a medias,
viviremos a medias.

Vivamos plenamente,
hasta llegar al verdadero sentido de la vida;
a la verdad.

No nos quedemos en lo superficial,
que eso no llena.

Montserrat Bellido Durán
© copyright

 

Llora hoy para reír mañana

Llora hoy para reír mañana

Llora…
no te reprimas,
deja sangrar tu alma…Sé sincero…
Déjate consolar por Dios.
Déjate abrazar por la Virgen María.
Ellos
convertirán en alegrías tus penas.Llora cuanto necesites,
yo te mando mis ánimos desde aquí.Sé que sufres,
sé que lo pasas muy mal,
sé que crees que tu vida ya no tiene sentido.

 Y sé
que te equivocas
al dejarte vencer por la tristeza.

Pues es ella
quien pone pensamientos en tu cabeza,
y palabras en tus labios…

Descansa,
relájate…

Cuando estés calmado
lo verás mejor,
y verás la verdad.

¡Dios te ama!
¡Dios te necesita!
¡No desfallezcas!

Coge mi mano hermano,
acepta mis oraciones.
Y sigue andando
Por el camino de la vida.

No tengas miedo.

Únete a Dios.
Vive por Dios.
Respira por Dios.
Y mañana

sonreirás.

Montserrat Bellido Durán
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Los dos sentidos vitales

Los dos sentidos vitales

Dos son los sentidos
que necesitas para vivir bien…

Como dos
son las manos que necesitas
para trabajar…

Como dos
son los pies
con los que andas por la vida…

Como dos
son los ojos que necesitas
para ver…

El primero
es el sentido común;
que es el sentido de la lógica llevada a la práctica.

El segundo
es el sentido del humor;
que es el sentido que trae alegría,
y que es necesario para tener larga vida.
Pon lógica a tu vida…
y así,
tus actos…
tus vivencias…
estarán unidos a tus pensamientos,
a tu fe.

Pon alegría…
y con ella,
la vida será mejor,
pues las tristezas
nadie te las podrá quitar.
Pero dentro de las tristezas,
Puedes alegrarte por ver
la esperanza en el futuro.

Y harás de tu vida
una agradable melodía.

Haz de tu vida
una obra maestra.

Una obra de esas
que  conmueve a los corazones que la miran.
Ni un Picasso,
ni un Shakespeare,
podrán superar
la obra maestra que hace Dios en ti
y contigo…

Porque Dios
hace maravillas…

Dale a Dios tu vida,
dale tu lógica,
y tu alegría.

Entonces,
brillará cada día de tu vida,

con la luz de la verdad.

Montserrat Bellido Durán
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¿Temer a la muerte?

¿Temer a la muerte?

Vive como si fueras a morir mañana. Aprende como si fueras a vivir siempre.”
Mahatma Gandhi

¿Tiene sentido temer a la muerte?

La muerte es parte de la vida, es más, sigue siendo vida, aunque sólo es la vida del alma. Dejamos el cuerpo aquí en la tierra, y el alma va ante Dios.

Si amamos a Dios sobre todas las cosas y personas, no tendremos miedo a la muerte, sino que cuando nos llegue la hora, nos alegraremos de poder ver cara a cara a Nuestro Gran Amor, ¡qué emoción! ¡Qué alegría! Poder estar ante Dios y abrazarle, decirle “soy yo Padre, aquí me tienes tal cual soy”. Será maravilloso vivir por siempre envuelto de la energía del Amor de Dios. Vale la pena sufrir por su amor aquí en la tierra, sí vale la pena, por un Amor tan Grande y Verdadero.

Si nos acostumbramos a estar siempre ante la presencia de Dios, a actuar pensando sólo en Dios, ya empezaremos a vivir nuestra parcela del Cielo aquí en la tierra, nos acostumbraremos a nuestro trato con Dios, y al morir, en el Cielo, seguirá nuestra relación amorosa, pero allí; Dios podrá darse completamente a nosotros y tenernos dentro de Su Amor. Ya que Él es el Cielo, Todo Él lo envuelve todo, lo abarca. No es como aquí en la tierra, donde cada uno tiene su parcela, allí, todos estaremos en Dios, unidos en su Amor, que es lo que une a los santos, pero a la vez cada uno estaremos dentro de Dios de manera individual, es decir, de manera íntima cada uno disfrutaremos y nos gozaremos en el Amor individual de Dios para con nosotros. ¡Qué bien estaremos con Santa María! ¡Cuánto cariño podremos darle y nos dará Ella!

Según la medida de nuestro Amor por Dios, así seremos felices al morir. Si en esta vida es Dios nuestro primer Amor SOBRE TODO Y TODOS; viviremos aquí de manera paralela a este Amor que da vida, y por ello estaremos vivos en la Verdad, en el  Amor Verdadero: En Dios.

Hablemos con Dios durante todo el día, hablemos con Santa María, mientras andamos, mientras comemos o pensamos, que nos lleven siempre de la mano y nos guíen en este camino de prueba: la vida terrena. No estamos solos, confiemos en Dios y pongámonos en las manos de nuestro ángel de la guarda, este gran amigo que siempre está con nosotros.

Montserrat Bellido Durán
© copyright