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100 Biblia y meditación

La Biblia
El primer viaje de los hermanos de José a Egipto
Génesis 42, 1-5

1 Cuando Jacob se enteró de que en Egipto vendían cereales, preguntó a sus hijos: «¿Por qué se quedan ahí, mirándose unos a otros?».
2 Luego añadió: «He oído que en Egipto venden cereales. Vayan allí y compren algo para nosotros. Así podremos sobrevivir y no moriremos».
3 Entonces, diez de los hermanos de José bajaron a Egipto para abastecerse de cereales;
4 pero Jacob no dejó que Benjamín, el hermano de José fuera con ellos, por temor a que le sucediera una desgracia.
5 Así llegaron los hijos de Israel en medio de otra gente que también iba a procurarse víveres, porque en Canaán se pasaba hambre.

Meditación:

El primer viaje de los hermanos de José a Egipto

José, hacía más de siete años que era libre, que vivía libre y era rico, pero no fue a visitar a su padre, aún cuando sabía que su padre lo amaba, pero también tenía miedo de sus hermanos que intentaron matarle, que lo encerraron en el pozo… ya sabéis la historia. Y ahora tenía una hermosa familia y no quería exponerse a perder su vida, además sabía que Dios confiaba en él para los días de la escasez, para que diera a todos de comer, siendo justo y bueno con quienes necesitaban del grano para no morir de hambre; así que los designios de Dios pasaban delante de su propia necesidad de ir a los brazos de su padre; y con el temor de sus malos hermanos, Dios lo utilizó, porque Dios lo utiliza todo, para que ocupara su puesto al lado del Faraón. Y la historia continuó, sigamos leyendo, pero te digo que tú en tu vida, cumplas siempre con tu deber, haciendo siempre el bien a todos, aun cuando tengas ganas de ir a los brazos de la persona amada; primero hay que cumplir con el deber; y verás que cuando uno es fiel a él, Dios permite las circunstancias mejores para reconciliarte con tus malhechores. Vive y espera, y mientras sé bueno y cumple con tu deber, ¡por Dios!, todo hazlo por Dios. Y la vida te dará muchas y agradables sorpresas, más que si tú planearas venganzas o fueras en busca del amor dejando de lado tu deber, como puede ser el honrar a tu padre y a tu madre. La ley de Dios es válida para siempre.

P. Jesús

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