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96 Biblia y meditación

La Biblia
Los sueños del Faraón
Génesis 41, 1-13

1 Dos años después, el Faraón tuvo un sueño: él estaba de pie junto al Nilo,
2 cuando de pronto subieron del río siete vacas hermosas y robustas, que se pusieron a pastar entre los juncos.
3 Detrás de ella subieron otras siete vacas feas y escuálidas, que se pararon al lado de las primeras;
4 y las vacas feas y escuálidas se comieron a las siete vacas hermosas y robustas. En seguida el Faraón se despertó.
5 Luego volvió a dormirse y tuvo otro sueño: siete espigas grandes y lozanas salían de un mismo tallo.
6 Pero inmediatamente después brotaron otras siete espigas, delgadas y quemadas por el viento del este;
7 y las espigas delgadas devoraron a las siete espigas grandes y cargadas de granos. Cuando se despertó, el Faraón se dio cuenta de que había estado soñando.
8 A la mañana siguiente, el Faraón se sintió muy preocupado y mandó llamar a todos los magos y sabios de Egipto, para contarles sus sueños. Pero nadie se los pudo interpretar.
9 Entonces el copero mayor se dirigió al Faraón y le dijo: «Ahora reconozco mi negligencia.
10 En cierta oportunidad, el Faraón se irritó contra sus servidores, y me puso bajo custodia, junto con el panadero mayor, en la casa del capitán de guardias.
11 El y yo tuvimos un sueño en el transcurso de una misma noche, cada sueño con su propio significado.
12 Con nosotros estaba un joven hebreo, un servidor del capitán de guardias; nosotros le contamos nuestros sueños, y él los interpretó, dando a cada uno su explicación.
13 Y todo sucedió como él lo había interpretado: yo fui restituido a mi cargo, mientras que el otro fue ahorcado».

Meditación:

Los sueños del Faraón

Créetelo, todo y teniendo José la bendición del Señor, pasó más de dos años en la cárcel; tú hace mucho que estás sufriendo este calvario, esta maldición de los envidiosos de tus hermanos, que posiblemente han contagiado a alguno de tus hijos, y ellos, como los otros, te han maldecido por tu bondad, por tu carácter pacífico, por tu fe; ¡bendito seas!, pero te encuentras ya con años de sufrimiento y aguantando el olvido de los que ayudaste en tu caridad, pero, ¡no te preocupes!, porque volverá Dios su rostro a ti, y se cumplirá tu destino dentro de la historia, esa misión más grande que tú, que estás llevando a cabo y que te tiene pensando como José: ¿por qué no me aman los que amo tanto?… Y sigamos con la historia, sigamos leyendo la sagrada Biblia y veremos como todo acontecimiento malo tiene un porqué bueno, con el tiempo, con los años. Pero tú, como José, sigue puro y fiel a tu castidad, a la pureza en tu matrimonio, si eres casado, y la pureza matrimonial se vive no haciendo nada que no sea natural, como no son naturales todas esas aberraciones que antes sólo las hacían algunas prostitutas pagando, pero ahora se ha puesto de moda que la mujer propia sea una puta, y sin cobrar nada, sólo el desprecio, porque si no hay dignidad en las relaciones matrimoniales, que son relaciones sexuales, porque sólo en el matrimonio es válido y bueno y deseable practicar el acto sexual, por ser la acción propia de tal estado matrimonial, entonces, si no se hacen las cosas como tienen que ser: para procrear, si Dios quiere, entonces, si no eres puro-a, no eres un José, y la maldición que te hicieron no se irá hasta que seas bueno y puro de verdad, hasta que vivas en Gracia de Dios. Ahora hay todas las ventajas por ese gran amor de Cristo que entregó su vida para salvarte, sí, a ti.

P. Jesús

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