Respuesta absoluta Ante las dudas encontramos una respuesta, Tantas preguntas, Tantas inquietudes, Amor, amor, Amor, De la verdadera alegría Causa del dolor, La vida va La vida está De la vida, el fin Es una vida de amor, Fuimos creados por Alba Bellido Durán |
Alba Bellido Durán - 3. página
Bella compañía
Bella compañía Preciosa, oh mi María, Bella es tu compañía, Que permanezcas a mi lado, Que me enseñes a amar, Tú que anduviste Tú que sufriste María, María, María, María ¡María, preciosa María!, ¡María, querida María! Enséñame Enséñame De mí no te separes, María
Alba Bellido Durán |
Abandonado
Abandonado Abruman las fatigas, flaquean las fuerzas. Cansa vivir, respirar y existir.
Prisionero te sientes, encadenado a tus pesares, queriendo huir de ti mismo, por tantos males.
Sientes que ya no puedes, cargar con tus preocupaciones con tantas contrariedades.
No comprendes, no entiendes… ¿por qué Dios no te socorre?
El Todopoderoso guía tu vida, por extraños senderos, pero de ti no se olvida.
El Creador permite tus tropiezos, y los motivos son secretos.
Mas, resiste con esperanza, ora y aguarda, que Dios te escucha, y dará fin a tu lucha.
No te des por vencido. No pienses que está todo perdido.
Porque el fracaso está en abandonar, y no en volverlo a intentar.
¡Dios existe! Y aunque no entiendas, ¡tú persiste! Y acabarán tus lágrimas.
Te sientes por Dios abandonado, pero es porque en realidad, tú no te has abandonado en la Divina Trinidad.
Alba Bellido Durán |
Inocente culpable
Inocente culpable Sangre inocente fue derramada, para limpiar nuestra alma. Una vida cruelmente asesinada, para dar la Vida Eterna.
El Rey fue humillado, sin culpa, ejecutado. El que nunca cometió pecado, fue, sin pena, maltratado.
El que vino por misericordia fue tratado sin misericordia. El que se entregó por amor, fue entregado sin amor.
Jesús pagaron tu amor, con odio y dolor. Te cargaron de faltas falsas, cuando Tú viniste a liberar las nuestras.
Jesús amado, ¿cuál fue tu crimen, proclamar el Reino? ¿Qué delito hiciste? ¡Amar a todos y darnos el Cielo!
Oh, Dios mío, llevas a tus espaldas mis pecados, cargas mis faltas en tus hombros. Recibes mi ignominia, y aceptas padecer mi condena.
Con tu sangre, mi culpa, limpias. Con tu humillación, mis pecados, reparas.
Con tu oprobio, me abres el Reino. Con cariño, ¡sufres tu calvario!
No te quejaste por ningún latigazo, callaste y te aguantaste, ¡mientras, nos amabas!
Tú, querido Jesús, padeciste las penas que yo merecía, y me diste la Eternidad que no merecía. Oh mi Dios, como cordero, fuiste inmolado, cual ladrón, condenado, y lo único que has robado es mi corazón, de ti enamorado. ¡Te amo!
Alba Bellido Durán |
Gran virtud
Gran virtud Corazón orgulloso, no hallará la felicidad, su alma en oscuridad, permanecerá toda la eternidad.
Vivir resentido, vivir con egoísmo, tiene el destino de una vida sin sentido.
Vivir sin perdón, vivir con duro corazón, lleva a la situación de una vida sin ilusión.
El sosiego se halla, en el alma aquella, que con humildad, vive y con humildad, espera.
El corazón descansa cuando tal virtud, contiene, pues aprende en Dios, poner su confianza.
La belleza de la humildad, hace florecer el alma, y lleva a alcanzar la felicidad y santidad.
La pureza de la humildad, hace, con amor, obrar, y lleva a practicar la misericordia y caridad.
La asumción de la humildad hace nuestra pequeñez reconocer, y lleva a valorar el querer que Dios nos da sin necesidad.
Humildad, virtud preciosa que una alma piadosa, debe conseguir.
Humildad, fuente de alegría que día a día hay que perseguir.
Vivir con humildad, es vivir ¡camino a la santidad!
Alba Bellido Durán |