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Puntos meditados - 16. página

CATECISMO MEDITADO por el P. Jesús

III. El Espíritu Santo, intérprete de la Escritura – 109

 PRIMERA PARTE LA PROFESIÓN DE LA FE
– PRIMERA SECCIÓN «CREO»-«CREEMOS»
– 
CAPITULO SEGUNDO, DIOS AL ENCUENTRO DEL HOMBRE

Artículo 3 LA SAGRADA ESCRITURA

III. El Espíritu Santo, intérprete de la Escritura

109 En la Sagrada Escritura, Dios habla al hombre a la manera de los hombres. Por tanto, para interpretar bien la Escritura, es preciso estar atento a lo que los autores humanos quisieron verdaderamente afirmar y a lo que Dios quiso manifestarnos mediante sus palabras (cf. DV 12,1).

Meditación:

III. El Espíritu Santo, intérprete de la Escritura

Dios en su Palabra revelada a los hombres, lo hace sabiendo que son hombres, y la revela de manera humana, como humano es Dios Hijo, Jesucristo; comía y bebía, se cansaba y lloraba, amaba y tenía sus amistades personales, como fueron Lázaro, María, Marta, San Juan. Dios sabe de la humanidad del hombre, la vivió en sí mismo, y escribió para las personas, para ti.

P. Jesús

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III. El Espíritu Santo, intérprete de la Escritura – 110

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– PRIMERA SECCIÓN «CREO»-«CREEMOS»
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CAPITULO SEGUNDO, DIOS AL ENCUENTRO DEL HOMBRE

Artículo 3 LA SAGRADA ESCRITURA

III. El Espíritu Santo, intérprete de la Escritura

110 Para descubrir la intención de los autores sagrados es preciso tener en cuenta las condiciones de su tiempo y de su cultura, los «géneros literarios» usados en aquella época, las maneras de sentir, de hablar y de narrar en aquel tiempo. «Pues la verdad se presenta y se enuncia de modo diverso en obras de diversa índole histórica, en libros proféticos o poéticos, o en otros géneros literarios» (DV 12,2).

Meditación:

III. El Espíritu Santo, intérprete de la Escritura

Dios es actual, siempre se revela al hombre en la actualidad de ese tiempo, de lo que conoce y vive el hombre que recibe la revelación de Dios. Tenlo en cuenta e investiga. Fíate de la Iglesia Católica, que lleva más de 20 siglos interpretando su fe bajo la clarividencia de los santos, que son patrimonio de la universalidad.

P. Jesús

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III. El Espíritu Santo, intérprete de la Escritura – 111

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CAPITULO SEGUNDO, DIOS AL ENCUENTRO DEL HOMBRE

Artículo 3 LA SAGRADA ESCRITURA

III. El Espíritu Santo, intérprete de la Escritura

111 Pero, dado que la Sagrada Escritura es inspirada, hay otro principio de la recta interpretación , no menos importante que el precedente, y sin el cual la Escritura sería letra muerta: «La Escritura se ha de leer e interpretar con el mismo Espíritu con que fue escrita» (DV 12,3).

El Concilio Vaticano II señala tres criterios para una interpretación de la Escritura conforme al Espíritu que la inspiró (cf. DV 12,3):

Meditación:

III. El Espíritu Santo, intérprete de la Escritura

Hay que interpretar la Escritura para la salvación del hombre, porque para eso vino Cristo al mundo, para salvar al hombre de sus propios pecados.

P. Jesús

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III. El Espíritu Santo, intérprete de la Escritura – 112

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CAPITULO SEGUNDO, DIOS AL ENCUENTRO DEL HOMBRE

Artículo 3 LA SAGRADA ESCRITURA

III. El Espíritu Santo, intérprete de la Escritura

112 1. Prestar una gran atención «al contenido y a la unidad de toda la Escritura«. En efecto, por muy diferentes que sean los libros que la componen, la Escritura es una en razón de la unidad del designio de Dios , del que Cristo Jesús es el centro y el corazón, abierto desde su Pascua (cf. Lc 24,25-27. 44-46).

El corazón (cf. Sal 22,15) de Cristo designa la sagrada Escritura que hace conocer el corazón de Cristo. Este corazón estaba cerrado antes de la Pasión porque la Escritura era oscura. Pero la Escritura fue abierta después de la Pasión, porque los que en adelante tienen inteligencia de ella consideran y disciernen de qué manera deben ser interpretadas las profecías (S. Tomás de A. Expos. in Ps 21,11).

Meditación:

III. El Espíritu Santo, intérprete de la Escritura

Las profecías reveladas nos muestran un Dios de amor, un Dios que crea por amor y salva por amor. El Mesías es Dios mismo, en la persona de Dios Hijo Jesucristo, que vino al mundo a demostrar y mostrar el amor de Dios a su creación, a toda ella y en especial al hombre, por quien creó lo demás, para que viva. Dios quiere la vida del hombre, y da su vida para que el hombre viva, y vive el hombre que muere en la fe de que Cristo, el Mesías, es Dios, es Jesús de Nazaret, porque el amor tiene su propia expresión espiritual, y esta es la fe.

P. Jesús

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III. El Espíritu Santo, intérprete de la Escritura – 113

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CAPITULO SEGUNDO, DIOS AL ENCUENTRO DEL HOMBRE

Artículo 3 LA SAGRADA ESCRITURA

III. El Espíritu Santo, intérprete de la Escritura

113 2. Leer la Escritura en «la Tradición viva de toda la Iglesia». Según un adagio de los Padres, «sacra Scriptura pincipalius est in corde Ecclesiae quam in materialibus instrumentis scripta» («La Sagrada Escritura está más en el corazón de la Iglesia que en la materialidad de los libros escritos»). En efecto, la Iglesia encierra en su Tradición la memoria viva de la Palabra de Dios, y el Espíritu Santo le da la interpretación espiritual de la Escritura («…secundum spiritualem sensum quem Spiritus donat Ecclesiae»: Orígenes, hom. in Lev. 5,5).

Meditación:

III. El Espíritu Santo, intérprete de la Escritura

Viva es la fe de los santos, viva es pues la Escritura, y tiene que ser así, porque, de qué sirve leer y saber, si no se cumple la Palabra de Dios. Los santos saben, y la Iglesia sabe por la tradición de la vida de los santos; la historia de la fe es la Escritura.

P. Jesús

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