Luz perpetua
Dicha interminable, Amor abrazador. Felicidad eterna, Luz perpetua.
Allí, donde la flama del amor arde sin fin, se respira la alegría, impera la paz.
Allí, donde no existe el sufrimiento, ni dolor, ni pecado pueden habitar.
Frente a ti, el rostro de Dios, tus ojos en sus ojos tu alma en sus brazos y tu corazón en su Corazón.
Frente a ti, la Virgen María, los santos y ángeles, los justos y bienaventurados; toda la comitiva celestial.
La Gloria divina en toda su magnificencia, ¡La Gloria celestial! a la vista de tus ojos.
Luz eterna, la meta de nuestra vida. Luz perpetua, el Cielo que nos espera.
Compañía del Creador, para siempre contigo. comunión con la Santísima Trinidad, complacencia de Amor y Vida, infinitos.
Estado supremo de felicidad, eterno, eterno. ¡Para siempre, perpetuamente! Gracias a ti, Jesús, Dios mío.
Alba Bellido Durán |