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Por ti

 

POR TI

Su inmenso amor Divino,
adoptó naturaleza humana,
y empezó a latir en corazón de niño,
sin dejar de ser Dios,
para dar por ti, su vida, entregada.

Dios, que no necesita
de nadie para Ser,
dio su vida humana, entera,
para salvación de todo aquel que quiera.

La dio, por Amor voluntario.
Pasó, haciendo milagros.
Vivió, pobre y trabajando.
Proclamó, la doctrina y el Amor de Dios.
Fundó, la Iglesia Católica.
Murió, vendido y despojado,
de sus ropas y de su dignidad.

Le dejaron sin nada,
aquellos para los que Él
vino a darles todo.

Y…

Resucitó una vez muerto,
y sigue vivo en Alma y Cuerpo,
en el Cielo y el Sagrario.

Encontrarás allí, el mismo Corazón
que humano y a la vez divino,
sigue latiendo por ti de Amor.

 

Patricia Bellido Durán
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