Bendita oración Poderosa oración, fuente de milagros. Consolación para los afligidos, alegría de tantos.
Regalo divino, mariano. Tesoro preciado al alcance de nuestras manos.
Bendita oración, maravillosa arma. Súplica poderosa, que siempre es escuchada.
¡Qué gran regalo!, el Santo Rosario. Bellas avemarías, caricias tuyas son, oh, Virgen María.
Rezando esta plegaria, mi alma se siente abrazada bajo tu maternal manto, cuidada, querida, muy amada por ti.
En cada letanía me imagino tu bella sonrisa. Meditando los bellos misterios, noto tu compañía.
Dios te concedió ser nuestra intercesora. Él, tus ruegos escucha. María, agradezco tu ayuda, reparadora y consoladora.
Grandes prodigios han sucedido, gracias a este rezo, han ocurrido. Y así seguirá pasando, pues nunca te vas de nuestro lado.
Bendita oración, que guardo en mi corazón; ayuda en cada ocasión, ¡fuente de salvación!
Derramas tus gracias sobre el que te pide, tus besos y cuidados. Abrazas el corazón de los afligidos, reconfortas las almas de tus hijos. María, sé que pidiéndote con devoción, tu ayuda e intercesión, a través de esta maravillosa oración Dios concederá, mi petición.
Gracias por este regalo, gracias por esta bendita oración, ¡Gracias por el Santo Rosario!
Alba Bellido Durán |