Saltar al contenido

Consulta 11

M. , 30 años , de El Salvador. 8/24/2008

La verdad es que no se que hacer, estoy enamorada de un hermano de la iglesia que es menor que yo, era mi mejor amigo y esa amistad se conviríó en algo más, aproximadamente hemos sido «novios» durante un año, el dia de ayer terminamos por que el me dijo que no me quiere para casarse conmigo, que solo siente un cariño especial por mi. yo eso lo sabia desde un principio por que él me lo hizo saber, pero aún así lo amo y él lo sabe, los dos pertenecemos al ministerio de responsables. Ayudenme a olvidarlo.

Respuesta de: María Durán de Bellido. 3/7/2009

Alma buena, Dios te ama y permite este desamor para el bien de tu crecimiento espiritual, porque todo dolor hace crecer el espíritu, es su alimento, se nutre de las contrariedades que la vida nos da. Te cuento como sucede: Uno se cree feliz con una esperanza y esa felicidad le eleva el alma a Dios, si es buena, y la tuya lo es, porque es lícito a una persona soltera amar y enamorarse de otra persona soltera libre. Porque hay personas solteras que no son libres, sea por su voto de virginidad y castidad o porque ya aman a otra persona o porque tienen hijos. Sí, los hijos atan, siempre atan a un nuevo destino. La madre o el padre que tiene hijos debe pensar más en ellos que en sí mismo, porque Dios que es Padre piensa en nosotros y así debemos imitarlo todos, y más los padres o las madres. Hay que pensar en el bien de este hijo, en sus necesidades, antes que en las nuestras, y lo primero que necesita un hijo es tener junto a él a su padre y a su madre juntos, y que NADIE los separe. Si la madre cree amar a otro, este otro, debe desaparecer de la vida de esta persona, para que Dios, por y para el bien de este hijo, que no tiene culpa de nada, pueda tener la posibilidad de que sus padres vuelvan al amor y se unan para siempre por él, para él; si es que ambos padres son semejantes en costumbres e ideales; normalmente personas más iguales pueden amarse más y mejor; aunque esa igualdad sean sus errores y sus faltas y sus pecados, que ambos, juntos, por amor a Dios y al hijo, deberán superar; y con la ayuda de Dios, que no les va a faltar jamás, se remonten, juntos, a la unión con su Creador y por su-s hijo-s sean capaces de tener una vida en común en la ayuda mutua para la santidad.

Si tú, estás soltera y no tienes hijos, te es lícito enamorarte de otro soltero que no tenga hijos. Y si tiene hijo-s uno de los dos, pero el padre o la madre de la-s criatura-s se desentiende totalmente de ella-s entonces, por los hechos verás que podría ser que Dios quisiera que se encontrara un sustituto para el hijo-s, pero cuando hay hijo-s siempre el primero es el hijo-s y no el capricho pasional-sexual.

Cuando dos son solteros, y uno que ama es rechazado por la otra persona, entonces sufre por este dolor que es humano y que no es injusto, el dolor que se vive justamente, es decir, el dolor que es válido por la libertad de las personas, este dolor te ayuda a crecer espiritualmente, porque tu amor renuncia ante la libertad del otro de no sentir lo mismo por ti, y en este dolor que es un dolor que nadie se ha buscado pero que ha llegado por las mismas circunstancias de la vida, es un dolor bendecido por Dios y que te ayuda a crecer espiritualmente, porque nadie hace nada malo, nadie es malo; pero hay dolor. ¿Comprendes? Sí, sé que lo comprendes.

Dios te ama y te dará el amor humano. ¡Vigila!

Queda en paz.

 

Sección: Jóvenes