Saltar al contenido

Consulta 14

 A. , 27 años , de Honduras. 3/2/2009 

Hola, quisiera un consejo yo voy a cumplir 3 años de casada, pero tengo problemas con mi esposo, me siento mal y siento q no tengo perdon ni de Dios, siento mi alma vacia ,siento mi vida sin sentido , mi problema con mi esposo es que yo le exijo mucho , por ejemplo que este temprano en la casa para que este con migo y mi niño pero el dice que habra tiempo y eso me enoja habeces quisiera controlarme , pero pierdo la paz , i termino peliando con el de forma muy fea, hay golpes, insultos. yo no se que hacer siento que le daño pero es que creo que nosotros no le interesamos y quisiera orar pero no puedo siento que el Señor esta enojado con migo por no aprender a controlarme .gracias espero su consejo. Argelia

 

Respuesta de: María Durán de Bellido. 3/3/2009

Alma bendita, no sufras más, anda, ven, ven que quiero abrazarte hija mía, porque sufres en tu angustia de sentimientos heridos; cúralos con la oración del Santo Rosario. Mientras no llegue tu esposo, reza un rosario a la Virgen del Perdón y Ella te cubrirá de paz y amor, y esperarás con alegría la llegada de tu esposo al hogar.

Y por otro lado debes comprender, que aunque es una falta de delicadeza el que tarde en llegar a casa, que, llegar a una casa donde le esperan gritos y peleas le debe dar pereza, y lo posterga.

Es lógico, normal y natural que quieras que venga pronto al hogar y que esté contigo y con vuestro hijo; pero no se hacen así las cosas, aunque comprendo que te pongas así por su falta de respeto, pero así no está bien que actúes; Dios te ve y ¿qué hace? Llora al verte sufrir tanto; llora porque él siempre está contigo amándote y tú pocas veces te acuerdas de Él, y en cambio exiges a tu esposo algo que no das tú a Dios, a Jesús, que tanto te ama y tú piensas en vengarte de tu marido, en vez de ponerte en los brazos de Jesús, el Amigo, que puede ayudarte y quiere ayudarte, pero no piensas en Él, sino en tu esposo.

Ve, sal de casa, ve a la Iglesia y se puntual a tu cita con Jesús sacramentado; sé fiel en visitarlo y le comentas tus cosas. Ve con tu hijo; que a los niños les gusta mucho estar en la iglesia, los llena de paz y les acaricia al alma. ¡Que vaya también a Jesús! Y Jesús te dará la paz de espíritu que necesitas para no degradarte como persona, de esa manera.

Mira, no está bien, nada bien que tu esposo se demore, pero ya ves que no consigues nada con lo que haces. Sé que lo amas y lo necesitas y quieres estar con él más tiempo, pero… la realidad es que él, hoy, ahora, no quiere dedicarte más tiempo, Satanás lo está tentando y tú lo apoyas gritando, y así es peor; no lo hagas más, no es bueno para ti, ni para tu esposo, ni para vuestro hijo, ni para Dios.

Mi consejo es que con tu hijo hagas algunas actividades, y cuando tu esposo vea que ya no lo esperas gritando, vendrá antes, porque te necesitará y querrá ser parte de tu vida. No quiero que te vayas cuando él tenga que estar en casa; eso no, de ninguna manera, cuando él deba estar en casa, tú estás también, pero haz cosas que te llenen; alguna actividad manual, algo que te entretenga y así tú, aceptando que él no se comporta bien, todo y así se lo permites, por amor a Jesús, no por él, sino porque Jesús, Dios, no quiere que pelees y saques de ti la parte negativa. Acepta y dale tú ‘permiso’, mentalmente, para que haga lo que quiera, eso te ayudará, porque al darle permiso, al dejarle en libertad, Satanás no podrá dañarte a ti, con el mal comportamiento de tu esposo. Es joven e insensato, pero, el matrimonio es también ayuda mutua, y tú, no lo ayudas gritando y peleando, sino que lo ayudas haciendo lo que te he dicho, y él, por la gracia de Dios, por tu oración y tu ejemplo de paz, cambiará… con el tiempo.

Eres joven, amada hija, eres joven y puedes hacer de tu vida y de tu matrimonio, una situación y un sentimiento bueno; no lo estropees, ten paciencia. No hay nadie que no tenga defectos, sólo Dios. Acude a Él en el Sagrario, y usa de la confesión y la ayuda espiritual de un santo sacerdote. Eres buena, lo sé.

Queda en paz.

 

Sección: Matrimonio