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Consulta 26

G. , 56 años , de Chile. 9/27/2008

Amadas almas,busco su orientacion dada la generosidad que Dios ha puesto en sus corazones,enviude de mi 1º matrimonio del cual me quedo una hija,con los años volvi a casarme y llego mi 2ºhijo,hoy tienen 37 y 23 años,y ya me han dicho cosas que me han herido mucho,como «no me llevo bien contigo»,» andate de mi casa»,ellos son los 2 profesionales,se que tienen sus propios mundos,se que fui una madre muy aprensiva,los cuidaba y les daba todo mi amor,al ir ellos siendo creciendo,entendi que solo amor debia darles,y siempre al lado de ellos(no fisicamente)los he apoyado en todo lo que puedo,incluso materialmente,los mime,no me arrepiento,pero no creo merecer malos modos,y me siento en pecado porque siento que si mi vida volviera atras no seria madre,sabia de gente cercana y no tanto abandonados por sus hijos.Tengo una crianza Cristiana en donde mi abuela vivia con nos.,mis padres murieron a mi lado,yo lo que quiero ahora es entrar a una vida consagrada a Dios,y La Sta. Virgen,nada ni nadie me saca de esta esperanza que he anhelado por largo tiempo,por favor orientenme,mi 2ºesposo casi no me habla,cuando mis hijos eran niños y vivian con nos.soporte situaciones dificiles,pero ya no estan,y yo quiero estar en donde pueda servir y amar a mi projimo,de todo corazon les agradezco su atencion,y que Dios y La Sta. Virgen los bendiga,los saludo muy Atte. G.

Respuesta de: María Durán de Bellido. 10/5/2008

Alma de Dios, tienes muchas cosas por hacer en esta vida que elegiste libremente. No puedes abandonar a tu esposo, debes ayudarlo, porque el matrimonio es ayuda mutua. Olvídate de estar pendiente de tus hijos y estate pendiente de tu esposo, ahora puedes dedicarte a él y hacer realidad tu sueño de tener una buena ancianidad al lado del hombre que elegiste.

Debes amarlo y consentirlo. Debes hacerle la vida agradable y ser la luz de sus ojos. Olvídate de lo demás, y no hagas otros planes que no sean la felicidad conyugal. Tenéis mucha vida por delante. Dedícate hacer feliz a tu esposo, porque si no sabes hacer feliz a este esposo ¿cómo puedes pensar en hacer feliz al esposo de las vírgenes consagradas; a Jesús?

Nada, nada; tú a ponerte guapa y a ser alegre y buena por y para el hombre en el que os uniste libremente ante Dios. Y ¿sabes qué? Vuestros hijos al ver la alegría en vuestro hogar volverán porque la alegría que procede de Dios, de cumplir con el deber de estado, es una alegría que es luz, y están tan a oscuras tus hijos sin darte su cariño. Los hijos que no dan el cariño a sus padres, van almas en pena, aunque amen a muchos más, pero si no aman a sus padres, jamás, jamás, podrán hallar la felicidad conyugal, de amistad o familiar. Los padres buenos son necesarios. Pero ahora olvídate completamente de ellos y déjalos que vivan su vida, son mayores, y mientras ellos hacen esto, tu vives la tuya con tu enamorado esposo. Ya verás lo divertido que será volveros amar. Tú puedes, con la ayuda de Dios y la de Santa María ser feliz con tu maravilloso esposo, toda tu vida. Sea.

Queda en paz.


Sección: Matrimonio