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I. La revelación de Dios – 50

 PRIMERA PARTE LA PROFESIÓN DE LA FE
– PRIMERA SECCIÓN «CREO»-«CREEMOS»
– 
CAPITULO SEGUNDO, DIOS AL ENCUENTRO DEL HOMBRE

Artículo 1 LA REVELACIÓN DE DIOS

50 Mediante la razón natural, el hombre puede conocer a Dios con certeza a partir de sus obras. Pero existe otro orden de conocimiento que el hombre no puede de ningún modo alcanzar por sus propias fuerzas, el de la Revelación divina (cf. Cc. Vaticano I: DS 3015). Por una decisión enteramente libre, Dios se revela y se da al hombre. Lo hace revelando su misterio, su designio benevolente que estableció desde la eternidad en Cristo en favor de todos los hombres. Revela plenamente su designio enviando a su Hijo amado, nuestro Señor Jesucristo, y al Espíritu Santo.

Meditación:

Artículo 1 LA REVELACIÓN DE DIOS

La razón natural, en un mundo desnaturalizado, no se da tan a menudo como tendría que ser normal y, aunque el hombre puede por su esencia natural de ser hombre, y hombre a la imagen de Dios, llegar por la razón natural al conocimiento de Dios, pocos lo consiguen; por eso Dios se revela al hombre y le cuenta y le dice de sus planes: Cristo.

El mundo es mundo, y el hombre es hombre, porque Dios quiso amar al hombre y hacerse Hombre y, siendo hombre, señalar, marcar la alianza divina con los hombres. ¿Por qué? Porque Dios ama al hombre y, todo lo de Dios, va de amor al hombre por Amor a Si mismo, que se hizo Hombre siendo Dios, Uno y Trino.

P. Jesús

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