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II. «Yo sé en quién tengo puesta mi fe» – 150

 PRIMERA PARTE LA PROFESIÓN DE LA FE
– PRIMERA SECCIÓN «CREO»-«CREEMOS»
– 
CAPITULO TERCERO, LA RESPUESTA DEL HOMBRE A DIOS 

II. «Yo sé en quién tengo puesta mi fe»(2 Tm 1,12)

Creer solo en Dios

150 La fe es ante todo una adhesión personal del hombre a Dios; es al mismo tiempo e inseparablemente el asentimiento libre a toda la verdad que Dios ha revelado. En cuanto adhesión personal a Dios y asentimiento a la verdad que Él ha revelado, la fe cristiana difiere de la fe en una persona humana. Es justo y bueno confiarse totalmente a Dios y creer absolutamente lo que Él dice. Sería vano y errado poner una fe semejante en una criatura (cf.Jr 17,5-6; Sal 40,5; 146,3-4).

Meditación:

II. «Yo sé en quién tengo puesta mi fe»(2 Tm 1,12)

Creer solo en Dios

Cuando a uno le han hablado de Dios y piensa en Él, en Dios, y decide darle un voto de confianza, de creer en que lo que le dicen es verdad, esto es el principio de la fe, porque para creer hay que saber en qué, en quién creer.

La persona que libremente decide creer, decide darle un voto de confianza a Dios, y deja que su inteligencia le una al alma y esta alma le revele a Dios por la fe; entonces, empieza a tener fe, y Dios le ayuda a tenerla por el Espíritu Santo, que vive, está en la tierra, y asiste a los de buen corazón, que no ponen excusas a Dios para dejarse amar por Él, por Dios, que tener fe es creer, y creer en el Amor Verdadero, en que hay un Dios que te ama y te ha creado, y ha creado todo lo que ves y no ves; y conoces la Historia que está relatada en la Sagrada Biblia, y te la crees, por fe, y porque es cierta; y toda ella tiene, contiene la Verdad de la Iglesia Católica, la Verdad de la relación de Amor entre Dios y las personas, entre tú y Dios.

Empieza por leer la Biblia, conoce a Dios, comprende a Dios, que te ama, que ama a las personas, y lo que quiere es que crean en Él, que tengan fe y vivan, por esta fe, la Alianza hecha a su Pueblo, al pueblo que libremente cree en Él y lo tiene como a su Dios, y lo adora como a su Dios, y no tiene otros dioses, sino que todo lo hace para agradar a su Creador, al Creador de todo, a Dios, Uno y Trino, que ama como nadie, que es Misericordioso, Todopoderoso, y que se relaciona con los hombres a través de la Palabra y los Sacramentos.

P. Jesús

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