– PRIMERA PARTE LA PROFESIÓN DE LA FE III. Las características de la fe La fe y la inteligencia 156 El motivo de creer no radica en el hecho de que las verdades reveladas aparezcan como verdaderas e inteligibles a la luz de nuestra razón natural. Creemos «a causa de la autoridad de Dios mismo que revela y que no puede engañarse ni engañarnos». «Sin embargo, para que el homenaje de nuestra fe fuese conforme a la razón, Dios ha querido que los auxilios interiores del Espíritu Santo vayan acompañados de las pruebas exteriores de su revelación» (ibíd., DS 3009). Los milagros de Cristo y de los santos (cf. Mc 16,20; Hch 2,4), las profecías, la propagación y la santidad de la Iglesia, su fecundidad y su estabilidad «son signos certísimos de la Revelación divina, adaptados a la inteligencia de todos», motivos de credibilidad que muestran que «el asentimiento de la fe no es en modo alguno un movimiento ciego del espíritu» (Concilio Vaticano I: DS 3008-3010). |
Meditación:
III. Las características de la fe La fe y la inteligencia Casi dos mil años de creyentes fieles, algunos llegando a ser mártires de la fe, y tú dudando; ¿por qué dudas, hermano? Dios no vino a darnos dinero, ni poder, ante otros para someterlos; Jesús, Dios, vino a sanar y a salvar, y esto hizo con sus milagros, sanó, perdonó pecados; entonces, con los pecados perdonados, la persona se salva. Cree, porque Dios hizo lo que nadie hizo, dar su vida por ti. P. Jesús © copyright |