Saltar al contenido

IV. El canon de las Escrituras – 127

 PRIMERA PARTE LA PROFESIÓN DE LA FE
– PRIMERA SECCIÓN «CREO»-«CREEMOS»
– 
CAPITULO SEGUNDO, DIOS AL ENCUENTRO DEL HOMBRE

Artículo 3 LA SAGRADA ESCRITURA

IV. El canon de las Escrituras

127 El Evangelio cuatriforme ocupa en la Iglesia un lugar único; de ello dan testimonio la veneración de que lo rodea la liturgia y el atractivo incomparable que ha ejercido en todo tiempo sobre los santos: 

No hay ninguna doctrina que sea mejor, más preciosa y más espléndida que el texto del evangelio. Ved y retened lo que nuestro Señor y Maestro, Cristo, ha enseñado mediante sus palabras y realizado mediante sus obras (Santa Cesárea la Joven, Rich.). 

Es sobre todo el Evangelio lo que me ocupa durante mis oraciones; en él encuentro todo lo que es necesario a mi pobre alma. En él descubro siempre nuevas luces, sentidos escondidos y misteriosos (Santa Teresa del Niño Jesús, ms. auto. A 83v).

Meditación:

IV. El canon de las Escrituras

Amar a Dios, ¿cómo?, conociéndolo a través de los Evangelios. Saber lo que hizo, lo que dijo, lo que vivió, esto lleva a un amor pleno y total con Dios, Jesús de Nazaret, el Cristo, ¡el Rey del Reino Celestial y de tu corazón!, por lo tanto, Rey en tu mundo, si lo sirves a Él, con fe y justicia, la del cumplimiento de la Ley, como Él, Dios, cumplió, amando al Padre.

Quien conoce a Jesús, Dios, por los Evangelios, este amará al Padre. Quien no lo conozca bien, aunque lea los Evangelios, no sabrá nada del Padre, porque el Padre y Jesús son Uno con Dios Espíritu Santo.

P. Jesús

© copyright