Saltar al contenido

No hay que tener miedo

No hay que tener miedo

En la vida, es frecuente encontrarse con tribulaciones y desgracias, pero no hay que tener miedo, Dios nunca nos suelta de la mano, no hay porqué desesperarse, que eso es lo que quiere el demonio, desesperarnos… para que nos paralicemos y no avancemos en nuestro camino de perfección unidos a Dios por vivir en su gracia.

La Virgen María nunca desesperó, Ella dijo “Sí” a Dios y siguió adelante sin dudar. Guardaba en su corazón y meditaba todo lo que le ocurría, pero nunca dio marcha atrás, Ella siempre vivió confiada en Dios, le conocía bien, porque sabía amarle y notaba en Ella el inmenso amor de Dios. No hay nada que dé más confianza que el amor de Dios, y más cuando es correspondido por nuestra parte.

Es la confianza en Dios lo que no debes perder sino aumentar. Es el amor a Dios lo que nos deja ver el sentido de la vida. El miedo es para los cobardes, tú eres hijo-a de Dios, debes ser valiente como San José, una de las personas más valientes que ha pisado la tierra. Y ¿Por qué era tan valiente San José? Porque le podía más su fe y amor a Dios que el miedo. Él tampoco tiró la toalla en los malos momentos, por eso se avenía con Santa María; porque ambos miraban hacia el mismo horizonte, ambos amaban a Dios más que a nada en el mundo, y eso es lo que les importaba a ellos: SERVIR A DIOS CON SU PROPIA VIDA AMÁNDOLE, los dos compartían el mismo amor y la misma fe por Dios y ¿Qué y quién puede contra alguien así? Nada ni nadie, ni la peor desgracia, ni el miedo más grande, ni la persona más malvada. Porque cuando tu alma es de Dios, suya es y no tuya. Por eso no tienen miedo los santos, porque están con Dios.

Amigo-a, deja crecer tu fe y amor a Dios, ¿Cómo? Hablándole. Háblale a Dios, Él ya sabe quién eres y cómo te llamas, te conoce desde que empezaste a existir, porque tu alma nació de su amor.

Venga, ve y salúdale: Link al Santísimo en Directo las 24 h del día

Dios te ha hecho libre.

Montserrat Bellido Durán

© copyright