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Catecismo meditado - 15. página

II. Inspiración y verdad de la Sagrada Escritura – 105

 PRIMERA PARTE LA PROFESIÓN DE LA FE
– PRIMERA SECCIÓN «CREO»-«CREEMOS»
– 
CAPITULO SEGUNDO, DIOS AL ENCUENTRO DEL HOMBRE

Artículo 3 LA SAGRADA ESCRITURA

II. Inspiración y verdad de la Sagrada Escritura

105 Dios es el autor de la Sagrada Escritura. «Las verdades reveladas por Dios, que se contienen y manifiestan en la Sagrada Escritura, se consignaron por inspiración del Espíritu Santo».

«La santa Madre Iglesia, fiel a la base de los apóstoles, reconoce que todos los libros del Antiguo y del Nuevo Testamento, con todas sus partes, son sagrados y canónicos, en cuanto que, escritos por inspiración del Espíritu Santo, tienen a Dios como autor, y como tales han sido confiados a la Iglesia» (DV 11).

Meditación:

II. Inspiración y verdad de la Sagrada Escritura

Dios habló y se escribió su Palabra. Su Palabra es Ley, porque es verdadera, veraz y buena; hace bien al hombre, a la persona, toda palabra salida de Dios e inspirada por Dios Espíritu Santo.

La Sagrada Escritura, el  Nuevo y Antiguo Testamento, es deseo de Dios y existe para el bien de la persona, porque todo contacto, toda comunicación con Dios, hace bien al hombre a la persona.

Dios Ama y muestra y demuestra su amor con las palabras, los hechos escritos en la Sagrada Escritura, en el Nuevo y Antiguo Testamento. Es de fe.

P. Jesús

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II. Inspiración y verdad de la Sagrada Escritura – 106

 PRIMERA PARTE LA PROFESIÓN DE LA FE
– PRIMERA SECCIÓN «CREO»-«CREEMOS»
– 
CAPITULO SEGUNDO, DIOS AL ENCUENTRO DEL HOMBRE

Artículo 3 LA SAGRADA ESCRITURA

II. Inspiración y verdad de la Sagrada Escritura

106 Dios ha inspirado a los autores humanos de los libros sagrados. «En la composición de los libros sagrados, Dios se valió de hombres elegidos, que usaban de todas sus facultades y talentos; de este modo obrando Dios en ellos y por ellos, como verdaderos autores, pusieron por escrito todo y sólo lo que Dios quería» (DV 11).

Meditación:

II. Inspiración y verdad de la Sagrada Escritura

El hombre, al servicio de Dios, escribió por inspiración divina, y se contiene la voluntad de Dios en la Sagrada Escritura.

¿Por qué Dios no puede hablar con el hombre?… Puede, lo hizo, y eligió Dios mismo a la persona a quién hablar; según su voluntad la eligió, y no por voluntad del hombre mismo, ni por votos de una mayoría; ni tan sólo el Santo Padre tiene nada que ver con los santos que la Santa Iglesia ha canonizado; Dios decide a dedo y según el corazón de la persona. La santidad es para todos, pero ¿cuántos son santos?; y, ¿es culpa de Dios que no haya más santos?… Tú, como la Virgen María, tienes que decirle sí a Dios, y no sólo decirlo, sino hacer que este sí tenga obras de que es sí. 

Dios ama a todos, pero ¿cuántos aman a Dios sobre todas las cosas?; repito, sobre todas las cosas.

Medita y decide ser santo, si quieres tú, Dios sí que quiere. Ser santo es como una boda legal, ambos cónyuges tienen que estar convencidos de lo que hacen y deben estar de acuerdo en darse en casamiento, libremente; lo mismo la santidad, que es una especie de, digamos, contrato con Dios, porque nadie puede ser santo sin la ayuda de Dios, sólo Dios hace santos, pero necesita de que tú quieras serlo y lo intentes cada día miles de veces, porque la santidad, el vivir en gracia de Dios, se pierde tan sólo por un mal pensamiento, tan sólo por envidia, por codicia, por… 

Dios quiere al hombre, Dios ama su creación y a sus hijos, por esto mismo debes confiar en Él, porque te amó primero y por eso te creó, permitió tu vida. Vives porque Dios así lo quiso, vives para Dios. Acéptalo y ten la dignidad de un hijo del Padre. Vive tu vida al nivel de quien eres: ¡hijo de Dios!, ¡heredero del Cielo Eterno!

Dios habla al hombre; Dios te habla en las Sagradas Escrituras; lee, aprende y sé santo-a. Dios puede hacerlo, si tú quieres; ¿quieres?

P. Jesús

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II. Inspiración y verdad de la Sagrada Escritura – 107

 PRIMERA PARTE LA PROFESIÓN DE LA FE
– PRIMERA SECCIÓN «CREO»-«CREEMOS»
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CAPITULO SEGUNDO, DIOS AL ENCUENTRO DEL HOMBRE

Artículo 3 LA SAGRADA ESCRITURA

II. Inspiración y verdad de la Sagrada Escritura

107 Los libros inspirados enseñan la verdad. «Como todo lo que afirman los hagiógrafos, o autores inspirados, lo afirma el Espíritu Santo, se sigue que los libros sagrados enseñan sólidamente, fielmente y sin error la verdad que Dios hizo consignar en dichos libros para salvación nuestra» (DV 11).

Meditación:

II. Inspiración y verdad de la Sagrada Escritura

En su afán de salvar al hombre, Dios conecta con algunas personas y les revela su Palabra, para que el hombre deje la soledad, para que la persona pueda confiar en Dios por su Palabra.

P. Jesús

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II. Inspiración y verdad de la Sagrada Escritura – 108

 PRIMERA PARTE LA PROFESIÓN DE LA FE
– PRIMERA SECCIÓN «CREO»-«CREEMOS»
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CAPITULO SEGUNDO, DIOS AL ENCUENTRO DEL HOMBRE

Artículo 3 LA SAGRADA ESCRITURA

II. Inspiración y verdad de la Sagrada Escritura

108 Sin embargo, la fe cristiana no es una «religión del Libro». El cristianismo es la religión de la «Palabra» de Dios, «no de un verbo escrito y mudo, sino del Verbo encarnado y vivo» (S. Bernardo, hom. miss. 4,11). Para que las Escrituras no queden en letra muerta, es preciso que Cristo, Palabra eterna del Dios vivo, por el Espíritu Santo, nos abra el espíritu a la inteligencia de las mismas (cf. Lc 24,45).

Meditación:

II. Inspiración y verdad de la Sagrada Escritura

Nuestra fe en Cristo, es la fe en el cumplimiento de la Ley de Dios que se culminó en Jesús. No sólo hay que cumplir los mandamientos, sino que hay que tener fe en Jesús, en que Jesús es Dios, en que Jesús cumple la ley de salvación impuesta por Dios, que creó al hombre para vivir siempre en su presencia.

P. Jesús

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III. El Espíritu Santo, intérprete de la Escritura – 109

 PRIMERA PARTE LA PROFESIÓN DE LA FE
– PRIMERA SECCIÓN «CREO»-«CREEMOS»
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CAPITULO SEGUNDO, DIOS AL ENCUENTRO DEL HOMBRE

Artículo 3 LA SAGRADA ESCRITURA

III. El Espíritu Santo, intérprete de la Escritura

109 En la Sagrada Escritura, Dios habla al hombre a la manera de los hombres. Por tanto, para interpretar bien la Escritura, es preciso estar atento a lo que los autores humanos quisieron verdaderamente afirmar y a lo que Dios quiso manifestarnos mediante sus palabras (cf. DV 12,1).

Meditación:

III. El Espíritu Santo, intérprete de la Escritura

Dios en su Palabra revelada a los hombres, lo hace sabiendo que son hombres, y la revela de manera humana, como humano es Dios Hijo, Jesucristo; comía y bebía, se cansaba y lloraba, amaba y tenía sus amistades personales, como fueron Lázaro, María, Marta, San Juan. Dios sabe de la humanidad del hombre, la vivió en sí mismo, y escribió para las personas, para ti.

P. Jesús

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