María Durán de Bellido - 90. página

Hola tengo un hijo de 17 años quien no quiere ir a misa ni que se le hable sobre la Iglesia y lo peor es que influye sobre su hermana de 15 años. Estudia en un colegio Franciscano y aunque es un buen muchacho me preocupa mucho esto y se suma el poco animo por el estudio que demuestra últimamente. Que puedo hacer?

Gracias

Respuesta de: María Durán de Bellido. 5/2/2009

Alma bendita, no sólo no quiere asistir a la Santa Misa, sino que tampoco anda bien en sus estudios. ¿Qué le ocurre? ¿Qué ha pasado últimamente en su vida para que tenga está apatía? ¿Qué tal son las relaciones contigo? ¿Y con su cónyuge? ¿Sois vosotros coherentes con la fe? No solo es asistir a la Santa Misa, sino que hay que dar testimonio de caridad delante de los hijos. Los hijos necesitan amor y ejemplos. ¿Das tú bien ejemplo? ¿Y tu cónyuge?

Comprendo que es una situación muy triste para Dios y para todos, pero los padres tenemos el don, recibido por el sacramento del matrimonio, de poder educar a nuestros amados hijos, en cristiano; es decir: para Dios y con Dios, pero nosotros tampoco podemos perder la gracia de Dios, que se pierde con tanta facilidad, tanto en nosotros como en nuestros amados hijos.

Sigue pidiéndole que asista a la Santa Misa; que os acompañe: id unidos todos, como debe ser, como le agrada a la Virgen María, Madre de Dios.

Queda en paz.

Sección: Hijos

hola buenas tarde me encuentro desesperada ya que no se como ayudar a mis hijos que se encuentran en una edad revelde

Respuesta de: María Durán de Bellido. 5/6/2009

Alma angustiada y buena madre. Primero tienes que tener las ideas claras y seguirlas: pase lo que pase y pese a quien pese, con la autoridad de ser la que les dió la vida. Da también buen ejemplo, y no cedas ante lo malo y el mal; hay cosas que no soy discutibles: el pecado es pecado; hoy, ayer y siempre.

También haz tertulias y cine forum: Elige una película; la miráis juntos, y la comentáis luego, dialogando y buscando el bien y lo positivo, y criticando el mal y lo negativo, para no caer en ello y buscad soluciones para estás malas circunstancias y opciones de vida: todo puede hacerse bien; debe hacerse bien. Y luego os tomáis una taza de chocolate con galletas, y jugáis a buscar palabras que empiecen por… (valen todas las letras). Y se puede hacer un comentario sobre las mismas. Y luego podéis cantar (aunque desafinéis) pero lo importante es cantar todos juntos y rezar juntos también.

Hazles buenas comidas y exígeles buen comportamiento en la mesa; y antes de comer: bendecid la mesa.

Acude a confesar y pide ayuda al sacerdote. Ve ante el Sagrario y pide ayuda a Dios. Asistid a la Santa Misa y en Comunión con Jesús, pídele ayuda, por intercesión de su bendita Madre: María.

Y resiste.

Y sigue resistiendo.

Y prepárate para las derrotas temporales, que de esto va la guerra: de batallas perdidas y ganadas.

Y… continúa resistiendo.

Y, ¡ámalos con todo tu corazón!

Y… continúa resistiendo.

¿Ya te he dicho que tienes que resistir? Pues eso: resiste y confía en Dios. Amén.

Queda en paz.

Sección: Hijos

Tengo un hijo de 18 años y él nos dice que lo dejemos ser, esto quiere decir que le dejemos usar sarcillos, pincis y el cabello largo y no estamos deacuerdo que nos aconsejas.

Respuesta de: María Durán de Bellido. 5/13/2009

Alma de madre en apuros, como tantas madres hoy en día y que como siempre la ayuda viene del Cielo y del ejemplo.

Te aconsejo muuuucha paciencia, mucha bondad y tener las cosas claras.

A esa edad, lo ideal sería que tu hijo ya estuviera formado a tu manera, con el trato y el cariño y la sabiduría que le has dado desde que nació, pero la influencia del mundo es acaparadora y dictadora, y estás luchando contra ella. Sigue insistiéndole a tu hijo que eso no lo ves bien, que no veis que sea algo bueno para él seguirlo y que preferiríais que no lo hiciera. Sólo eso. Él, insistirá al contrario y mientras irá haciendo, y tú: vosotros, debéis seguir con el mismo comentario, es decir, sin maldecirlo y sin gritarle, ir diciendo una y otra vez, repito: una y otra vez, sin cansarte y aunque parezca que por los resultados no os hace caso, pero sí que os oye, y si no se lo decís con gritos, y sí sabiendo perder algunas batallas continuáis luchando por ganar la guerra, con la ayuda de Dios y la Virgen María: buena Madre de todos, ¡la ganaréis!

Con los hijos adolescentes ES CUESTIÓN DE TIEMPO. Aprende esa lección y no la olvides jamás, ¡jamás!: Con los hijos es cuestión de tiempo, oración y tu buen ejemplo.

¡Tendrás éxito! Dale tiempo al tiempo.

Queda en paz.

Sección: Hijos