Saltar al contenido

Tú joven de hoy - 5. página

La flor

La flor

En la calle, cerca de un cubo de basura… alguien ha dejado una flor.

Es una flor rosa, que con el tiempo que lleva allí expuesta al frío del invierno, se está marchitando.

¿Alguien la ayudará?

¿Cómo pueden haberla tirado, con lo bonita que es?

Por allí pasa un niño que está jugando con su patinete. Al ver la flor, se detiene a mirarla…

“Qué bonita es esta flor” se dice el niño para sus adentros “yo la cuidaré y aún será más bonita”

Dicho y hecho, el niño coge la flor y con mucho cariño la planta en una maceta y la pone en su ventana, le habla, y cada día le da los buenos días…

Pasa el tiempo, y la flor recupera la vida en su color, crece y crece, y… se hace tan hermosa, que es la envidia de los jardines.

Así es nuestra alma, es una flor por la que a veces las personas no dan nada y te desprecian. Te dejan en la calle, al lado de un cubo de basura.

Pero Dios, Jesús, se te acerca, te llena de amor y te hace una flor más bella que las demás, que esas flores engreídas que te han dejado de lado y que te han despreciado.

Porque Dios ve el interior, Él es el Único que conoce tu corazón.

Montserrat Bellido Durán
© copyright

 

 

Jesús tiene sed

Jesús tiene sed

Jesús tiene sed de tu amor.

Por ti ha sido clavado en la cruz,

porque te ama y te necesita,

necesita de tu amor.

Dale a Jesús todo tu amor.

Y nunca estarás solo.

Dale a Jesús toda tu vida.

Él la envolverá de cariño y alegría.

No dejes que Jesús tenga sed,

dale de beber,

date a Él.

Como él se da a ti en la Eucaristía.

Jesús, Dios,

no te pide oro,

no te pide la muerte,

te pide tu cariño,

te pide tu amor,

te pide tu alegría,

te pide tu vida.

Dale de beber a Jesús.

Montserrat Bellido Durán
© copyright

 

 

Hazte socio de Dios

Hazte socio de Dios

¿Cuáles son tus sueños?

¿Deseas volar alto?

¿Quieres ser el mejor?

¿Quieres ser perfecto?

¿Quieres amar a Dios sobre todas las cosas?

Dios cree en ti.

Dios confía en ti.

Por eso te ha hecho libre.

Para que libremente le demuestres que tiene razón creyendo en ti, amándote.

Cree tú en Él.

Confía en Él.

Cuéntale tus sueños.

Hazle Socio de tu empresa, de tu negocio, de tu proyecto.

Y lo lograrás.

Llegarás a las estrellas.

Porque para Dios Nada es Imposible.

Hazte socio de Dios.

Y sonreirás.

Porque en esta vida estamos para servir…

¿Y qué mejor manera de servir que sirviendo con Dios?

Sirve con Dios,

y servirás bien.

Hazte socio de Dios,

y serás rico.

Pues Dios te llenará de riquezas espirituales,

también te dará riquezas materiales,

para que amándolo y siendo su socio;

SIGAS SIRVIENDO AL MUNDO POR SU AMOR.

Montserrat Bellido Durán
© copyright

 

 

Eres libre

Eres libre

Eres libre amigo mío.

Sí, Dios te ha hecho libre,

para que puedas amar

y ser feliz de verdad.

Quien realmente es libre: ama,

porque el amor está por encima de todo;

eleva la dignidad de la persona.

Quien ama es feliz, porque el amor es el canto de esperanza en la vida.

Dale amor a una persona, y será feliz.

Sácale el amor y la destruirás.

El que libremente ama a Dios: ése es feliz de verdad,

es libre de verdad:

SABE AMAR.

Cuando sabes amar;

cuando eres libre,

no te ata ni el odio,

ni el dolor,

ni la tristeza;

Dios, el amor de Dios; te libera.

Te libera de cualquier cadena,

pues es tan grande y fuerte su amor,

que libremente existes,

libremente vives

y libremente sabes amar y amas.

Porque el amor de Dios: TE HACE LIBRE.

Eres libre amigo mío.

Montserrat Bellido Durán
© copyright

 

 

Eres como una burbuja

Eres como una burbuja

Si vives una vida sin sentido,

eres como una burbuja.

Si te dejas llevar por la corriente,

eres como una burbuja.

Si tu vida es un caminar sin rumbo,

eres como una burbuja.

Si explotas a la primera de cambio,

eres como una burbuja.

Sé fuerte.

Pon razón en tu vida.

Marca tu camino dejando que Dios lo marque.

Ten paciencia.

No pierdas nunca la esperanza.

Pídele a Dios una fe sólida,

una fe verdadera.

No una fe teórica,

sino una fe práctica.

Jesús, Dios, te ayudará.

Tú sólo tienes que pedírselo.

Montserrat Bellido Durán
© copyright