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Un buen equipo

Un buen equipo

Por grande que sea tu debilidad,
por arraigado que esté el vicio en tu conducta,
asume firme y perseverante;
la virtud opuesta en el pensamiento.

Y verás como no tarda en suplantar al vicio,
pues las ganas de mejorar, la oración y la perseverancia son un buen equipo.

El medio más seguro de conseguir tus propósitos;
es inclinarte con todo el poder de tu pensamiento hacia ello,
fijarte la idea de conseguirlo,
rezar y perseverar.

La intensidad de tu pensamiento,
de tus ganas de querer superarte y ser mejor,
ser santo, ser otro Jesús, otra Virgen María…
te hacen nacer del fondo del alma sinceras oraciones,
pues lo que se pide con el corazón y es para la santidad;
no es oración sorda a los oídos de Dios.

No pierdas tiempo quejándote del mal que hiciste.

Arrepentido, llora tus pecados, y una vez hecho
confiesa, comulga y vuelve a empezar.

Ya que el tiempo que pierdes acongojando tu alma,
por los pecados y fallos que te fueron perdonados en la confesión,
puedes y debes convertirlo en tiempo de servicio a Dios,
y así; estos pecados por medio del sacrificio, la mortificación
y el trabajo bien hecho con alegría, te serán borrados,
por purificarse tu alma; por el tiempo que le has dado a Dios.

Este tiempo que por darlo a Dios; lo das a los demás.

No estás solo…

Tú, mas las ganas de santidad, la oración y la perseverancia:

SOIS UN BUEN EQUIPO

Montserrat Bellido Durán
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