Saltar al contenido

V. Indicaciones prácticas para el uso de este Catecismo

V. Indicaciones prácticas para el uso de este Catecismo

18 Este Catecismo está concebido como una exposición orgánica de toda la fe católica. Es preciso, por tanto, leerlo como una unidad. Numerosas referencias en el interior del texto y el índice analítico al final del volumen permiten ver cada tema en su vinculación con el conjunto de la fe.

19 Con frecuencia, los textos de la Sagrada Escritura no son citados literalmente, sino indicando sólo la referencia (mediante cf). Para una inteligencia más profunda de esos pasajes, es preciso recurrir a los textos mismos. Estas referencias bíblicas son un instrumento de trabajo para la catequesis.

20 Cuando, en ciertos pasajes, se emplea letra pequeña, con ello se indica que se trata de puntualizaciones de tipo histórico, apologético o de exposiciones doctrinales complementarias.

21 Las citas, en letra pequeña, de fuentes patrísticas, litúrgicas, magisteriales o hagiográficas tienen como fin enriquecer la exposición doctrinal. Con frecuencia estos textos han sido escogidos con miras a un uso directamente catequético.

22 Al final de cada unidad temática, una serie de textos breves resumen en fórmulas condensadas lo esencial de la enseñanza. Estos «resúmenes» tienen como finalidad ofrecer sugerencias para fórmulas sintéticas y memorizables en la catequesis de cada lugar.

Meditación:

V. Indicaciones prácticas para el uso de este Catecismo

Hermanos, hay que saber utilizar las cosas que vienen de Dios.

Muchos dones nos son dados, y por imprudencia, por no tener vocación al Evangelio, se pierden.

La vida, el mundo, necesita de personas que estudien, aprendan; obren lo aprendido, apartándose del mal y del malo, haciendo el bien y lo bueno.

Eso nos enseña el Catecismo de la Iglesia Católica, el bien y lo bueno, sacado del Evangelio, de la fe, y guiada por el Espíritu Santo.

Seamos hombres nuevos, con y por las enseñanzas del libro antiguo, de toda la vida de Cristo, de Dios: La Sagrada Biblia, en el Evangelio que Dios cumplió y los antiguos profetizaron, por amar a Dios, al Dios que Adán conoció personalmente y Eva trató; y ambos, de generación en generación, nos hablan de su vida, de que Dios los creó hombre y mujer, y que pecaron. Y la Tradición y las Escrituras, nos dicen que Dios Hijo vino al mundo a restituir su pecado, para nuestra salvación y la suya.

¡Déjate salvar por Dios!

Estudia, aprende, enseña.

¡Vive la Palabra de Dios!

P. Jesús

© copyright