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117 Biblia y meditación

La Biblia
Los funerales de Jacob
Génesis 50, 1-14

1 Entonces José se echó sobre el rostro de su padre, lo cubrió de lágrimas y lo besó.
2 Después dio a los médicos que estaban a su servicio la orden de embalsamar a su padre, y los médicos embalsamaron a Israel.
3 Esto les llevó cuarenta días, porque ese es el tiempo que dura el embalsamamiento. Los egipcios estuvieron de duelo por él durante setenta días.
4 Una vez transcurrido ese período, José se dirigió a la corte del Faraón en estos términos: «Por favor, presenten al Faraón el siguiente pedido:
5 En una oportunidad mi padre me dijo, obligándome bajo juramento: «Cuando yo muera, asegúrate de que me entierren en la tumba que me hice preparar en el país de Canaán. ¿Puedo ir a sepultar a mi padre y luego regresar?».
6 El Faraón respondió: «Ve a sepultar a tu padre, como él te lo hizo prometer bajo juramento».
7 José partió entonces para ir a sepultar a su padre, y con él fueron todos los servidores del Faraón, los ancianos de su palacio y todos los ancianos de Egipto,
8 lo mismo que la familia de José, sus hermanos y la familia de su padre. En la región de Gosen dejaron únicamente a los niños y el ganado.
9 También fueron con él carros de guerra y jinetes, de manera que se formó un cortejo imponente.
10 Al llegar a Goren Haatad, que está al otro lado del Jordán, celebraron las exequias con gran solemnidad, y José estuvo de duelo por su padre durante siete días.
11 Los cananeos, habitantes del país, al ver los funerales de Goren Haatad, dijeron: «Este es un funeral solemne de los egipcios». Por eso aquel lugar, que se encuentra al otro lado del Jordán, se llamó Abel Misraim.
12 Los hijos de Jacob hicieron con él todo lo que les había mandado:
13 lo trasladaron a Canaán y lo sepultaron en el campo de Macpelá, frente a Mamré, el campo que Abraham había comprado a Efrón, el hitita, para tenerlo como sepulcro familiar.
14 Y después de sepultar a su padre, José regresó a Egipto en compañía de sus hermanos y de todos los que habían ido a dar sepultura a su padre.

Meditación:

Los funerales de Jacob

José, fue un buen hijo, fue fiel a su padre en su cautiverio, donde por la maldad de sus hermanos, lo vendieron por celos, por envidia, por soberbia y falta de autoestima, porque se creían inferiores a José, porque su padre le amaba; y es que sabemos por la historia relatada en la Sagrada Biblia, que Israel se enamoró de Raquel, su segunda esposa, porque su suegro, en vez de darle por primera esposa a Raquel, como Jacob, el llamado por Dios, Israel, quiso y quería, pero su suegro le engañó y le casó con su otra hija, Lia, y Jacob tuvo que trabajar siete años más para que se suegro le concediera como esposa a la mujer que amaba desde hacía más de catorce años, a Raquel, la que fue madre de José. Un padre ama a sus hijos por el amor que tiene a su esposa, la madre de sus hijos, porque los hijos son el fruto del amor de los esposos. Los hijos de Jacob-Israel, tenían que comprender esto, y hubieran visto en el amor de su padre por José, el amor de un hombre por una mujer, por la que esperó tantos años para llegar a desposarla, un amor que fue traicionado por la corrupción del suegro, pero que por la perseverancia de Jacob llegó el día en que Raquel, la mujer que amó, fue la madre de su hijo José. Para un hombre que ama tanto a una mujer, el hijo, los hijos, son amados de manera especial. Y así tendrían que casarse todos los hombres, enamorados de verdad, como Jacob se casó con Raquel, después de tantos años.

José sabía que su padre le amaba, y le correspondió; por él, fue bueno con gente extraña, por él y por la gracia de Dios, del Dios que su padre Jacob amaba también. Quiero decir y digo, que el amor de un padre para con un hijo, y el amor de Dios, hacen de este hijo, de esta persona, un José, que no cayó en las redes de la mujer de Putifar, aún cuando ésta intentó e intentó seducirle; y es más, pagó por la maldad de ella, que por no aceptar sus pretensiones inmorales, le acusó ante su esposo de que era él, José, quien quería abusar de ella. José fue encerrado en la cárcel, pero allí donde iba, dice la Sagrada Biblia, que tenía éxito. Y muchos se preguntarán, ¿éxito, si acabó en la cárcel, si fue vendido por sus hermanos?; pero sí, por la misma historia sabemos que José, el hijo de Jacob y Raquel, tuvo éxito allí donde fue, a pesar de tanto sufrimiento, traición e intentos de manipulación; él, José, siempre fue fiel a su Dios, al Dios de su amado padre Jacob. Y lloró José echado sobre el rostro de su padre muerto, llenándolo de lágrimas. Y por la bondad de José, sabemos que hubo trigo en tiempos de escasez, porque el éxito es ser bueno y ayudar a los demás, aun cuando uno no recibe ayuda y es traicionado. Por la bondad y el buen hacer de José, Egipto rindió homenaje a Israel, acompañando a José, el hombre, que dice la Biblia, que por Dios tenía éxito; y fueron todos a enterrar a Israel allí donde le pidió a José que fuera llevado una vez muerto. José fue fiel siempre a su padre y a su Dios.

P. Jesús

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