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15 Biblia y meditación

La Biblia
La bendición de Dios a Noé
Génesis 9, 1-7

Capítulo 9

1 Entonces Dios bendijo a Noé y a sus hijos, diciéndoles: «Sean fecundos, multiplíquense y llenen la tierra.
2 Ante ustedes sentirán temor a todos los animales de la tierra y todos los pájaros del cielo, todo lo que se mueve por el suelo, y todos los peces del mar: ellos han sido puestos en manos de ustedes.
3 Todo lo que se mueve y tiene vida les servirá de alimento; yo les doy todo eso como antes les di los vegetales.
4 Sólo se abstendrán de comer la carne con su vida, es decir, con su sangre.
5 Y yo pediré cuenta de la sangre de cada uno de ustedes: pediré cuenta de ella a todos los animales, y también pediré cuenta al hombre de la vida de su prójimo.
6 Otro hombre derramará la sangre de aquel que derrame sangre humana, porque el hombre ha sido creado a imagen de Dios.
7 Ustedes, por su parte, sean fecundos y multiplíquense, llenen la tierra y domínenla».

Meditación:

La bendición de Dios a Noé – Génesis 9, 1-7. 

Bendición de Dios son los hijos. ¿Por qué muchos no quieren la bendición de Dios?  Dios quiere la vida humana en la tierra. El hombre tiene alimento en los animales, que temen al hombre porque el hombre es superior al animal, por ser el hombre a imagen y semejanza de Dios.

Dios no quiere que muera el hombre, y pide a Noé que se le ofrezca la vida de los animales a cambio de la del Hombre. Es la revelación del sacrificio que Dios Hombre derramará para toda generación humana: La Sangre de Cristo crucificado, para unirnos a los designios de Dios de un Cielo Nuevo y una Tierra Nueva: el Paraíso perdido.

Vemos que Dios tiene su Plan y lo cuenta al hombre; quiere que el hombre acepte su bendición, y la bendición de Dios es ser fecundos y tener hijos que pueblen el mundo y dominen lo que hay en el mundo, por ser todos los hombres a imagen de Dios, y Dios es Bondad Infinita, y quiere que la bondad del hombre esté en todo el mundo y haga del mundo un lugar de bondad. Estos son los deseos de Dios, que se abstenga el hombre de dañarse entre sí; que respete el hombre la vida del hombre y viva dominando toda especie animal para poblar el mundo de hombres espirituales que amen a Dios y quieran su bendición.

Dios ama al hombre.

P. Jesús

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