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31 Biblia y meditación

La Biblia
El origen de los moabitas y de los amonitas
Génesis 19, 30-38

Capítulo 19

30 Lot salió de Soar y subió a la montaña, donde se radicó con sus dos hijas, porque tuvo miedo de quedarse en Soar. Allí se instaló con ellas en una caverna.

31 Entonces la mayor dijo a la menor: «Nuestro padre está viejo y no hay ningún hombre en el país para que se una con nosotras como lo hace todo el mundo.

32 Emborrachémoslo con vino y acostémonos con él; así, por medio de nuestro padre, tendremos una descendencia».

33 Esa noche dieron de beber a su padre, y la mayor se acostó con él, sin que él se diera cuenta de lo que sucedía.

34 A la mañana siguiente, la mayor dijo a la menor: «Anoche me acosté con mi padre, y acuéstate tú con él. Así tendremos una descendencia».

35 Esa noche volvieron a dar de beber a su padre, y la menor se acostó con él, sin que él se diera cuenta de lo que sucedía.

36 Las dos hijas de Lot quedaron embarazadas de su padre:

37 la mayor tuvo un hijo y lo llamó Moab, que es el padre de los actuales moabitas.

38 También la menor tuvo un hijo y lo llamó Ben Amí, que es el padre de los actuales amonitas.

Meditación:

El origen de los moabitas y de los amonitas

La necesidad de continuar la especie, la necesidad de supervivencia en las hijas de Lot, las llevaron a emborrachar a su padre, no por placer, sino por supervivencia. Y de su descendencia dieron origen a los moabitas y a los amonitas.

Aberración.

Como aberrante es vivir y darse al goce sexual, porque dicen que es lo natural en el hombre, en la persona.

¡Aberración!

Dios puede hacer cualquier cosa en bien de las almas, si por y con la oración y obras de caridad, uno, una, proclama abiertamente su fe. De esto no hay duda. Pero los que dudan, dudan de la providencia divina y se montan su propia historia, como hicieron las malas hijas de Lot.

P. Jesús

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