Saltar al contenido

87 Biblia y meditación

La Biblia
Los sueños de José
Génesis 37, 3-11

3 Israel amaba a José más que a ningún otro de sus hijos, porque era el hijo de la vejez, y le mandó hacer una túnica de mangas largas.
4 Pero sus hermanos, al ver que lo amaba más que a ellos, le tomaron tal odio que ni siquiera podían dirigirle el saludo.
5 Una vez, José tuvo un sueño y lo contó a sus hermanos.
6 «Oigan el sueño que tuve», les dijo.
7 «Nosotros estábamos en el campo atando gavillas. De pronto, mi gavilla se alzó y se mantuvo erguida, mientras que la de ustedes formaban un círculo alrededor de la mía y se inclinaban ante ella».
8 Sus hermanos le preguntaron: «¿Acaso pretendes reinar sobre nosotros y tenernos bajo tu dominio?». Y lo odiaron más todavía por lo que contaba acerca de sus sueños.
9 Después tuvo otro sueño, y también lo contó a sus hermanos. «Tuve otro sueño, les dijo. El sol, la luna y once estrellas se postraban delante de mi».
10 Pero cuando se lo contó a su padre, este lo reprendió diciéndole: «¿Qué significa ese sueño que has tenido? ¿Acaso yo, tu madre y tus hermanos vendremos a postrarnos en tierra delante de ti?».

11 Y sus hermanos le tenían envidia, pero su padre reflexionaba sobre todas estas cosas.

Meditación:

Los sueños de José

Los sueños, cuando son un mensaje divino, dan a conocer veladamente la historia, porque sólo Dios puede saber y sabe la historia de cada quien. Aunque también los sueños los utiliza Satanás para tentar, porque cuando la persona duerme, puede entrar en una dimensión distinta de la real. Pueden los sueños hacerte bien o mal, porque también puede ser que los sepas comprender o los malentiendas, todo depende de la voluntad de Dios, que en materia de sueños es difícil comprenderla, pero en este caso en concreto del hijo de Israel, José, Dios si que le habló en sueños. Y permitió el Señor que José, por sueños conociera su futuro, veladamente, y sus hermanos aún le tuvieron más envidia por eso, por el relato de sus sueños, pero Dios quiso que antes de tiempo, supieran la historia entre ellos y José, para que cuando ocurrieran esas cosas, ellos supieran que José era un elegido de Dios, porque Dios no habla con cualquiera, aunque todos pueden hablar con Dios, Dios sólo habla con quien quiere.

P. Jesús

© copyright