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A Ti, Mamá

 

A TI, MAMÁ

A Ti Madre, quiero yo ayudar,
por tus intenciones Mamaíta, deseo rezar,
y para la salvación de las almas trabajar.

Para alegrar tu amorosa sonrisa
quiero mejorar.
Por tu felicidad, Virgen Santísima,
voy a procurar.

Y consolarte a Ti, dulce Virgen hermosa,
de las tristezas y dolores,
causadas a diario por tantos pecadores,
a la más humilde, a la más Santa de todas.

Excelsa Madre de Dios, de Dios encarnado,
corredentora con Él en la Salvación,
que en la Cruz, clavado,
concede Dios a todo católico bautizado,
¿qué, pues, no puede agradecerte
el pecador perdonado?

Descansa Madre tierna, descansa Tú, serena,
viendo las obras de mi amor…
Contemplando mis esfuerzos por ser mejor,
oyendo las súplicas de mi contrito agradecido corazón.

Mamá… que los lazos de tu amor,
sujeten bien fuerte,
mi alma para Dios,
mi mente para Vos.

¡Te quiero Mamita mía!
¡Gracias por ser Tú mi ayuda,
mi alegría, mi consuelo,
mi descanso!

 

Patricia Bellido Durán
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