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Agradece

Agradece

Agradece el amor correspondido, agradece a tus padres la vida que te han dado, agradece a Dios el seguir hoy con vida, agradece las cosas buenas que te ocurren y las malas que no te ocurren y… ¿por qué no? Agradece también las cosas malas que te ocurren, porque Dios las ha permitido por una buena razón, Él sabe que puedes superarlo y solucionarlo, por eso lo permite, sino, ya no permite aquello con lo que no podrías vivir.

Dale las gracias a Dios por todo aquello que tienes y cuídalo; porque si por la libertad mal usada de los demás lo perdieras un día, que en tu conciencia halles la paz que nace por saber que tú siempre lo cuidaste e hiciste lo correcto. No puedes controlarlo todo, pero puedes agradecerlo todo.

Cuida y agradece lo bueno que tienes.

El que es agradecido es más feliz que el que se queja, porque quien se queja no cuida las cosas y las pierde con más facilidad que si las agradeciera y cuidara.

Agradece sobre todo a Dios el que te ame, porque su amor nunca desaparece. Podrás perder un amor humano, una amistad… pero el amor de Dios nunca. Por eso, agradécele a Dios su amor y cuídalo, que a fin de cuentas, la vida son cuatro días y si cuidas el amor de Dios podrás vivir eternamente en el Cielo la felicidad plena que ansía tu alma,  esta felicidad a la que estás llamado por ser creación de Dios.

Cuida el amor de Dios y hazlo crecer en tu corazón. Es la base de todas las otras cosas, Dios primero y luego lo demás. Hazlo y verás como podrás sobrellevar muchas sorpresas que te encontrarás en la vida, aunque nunca te lo hubieras imaginado; porque Dios es maravilloso.

Montserrat Bellido Durán

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