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Puntos meditados - 9. página

CATECISMO MEDITADO por el P. Jesús

Dios ha dicho todo en su Verbo – 65

 PRIMERA PARTE LA PROFESIÓN DE LA FE
– PRIMERA SECCIÓN «CREO»-«CREEMOS»
– 
CAPITULO SEGUNDO, DIOS AL ENCUENTRO DEL HOMBRE

Artículo 1 LA REVELACIÓN DE DIOS 

III. Cristo Jesús, «mediador y plenitud de toda la Revelación» (DV 2)

Dios ha dicho todo en su Verbo 

65 «De una manera fragmentaria y de muchos modos habló Dios en el pasado a nuestros Padres por medio de los Profetas; en estos últimos tiempos nos ha hablado por su Hijo» (Hb 1,1-2). Cristo, el Hijo de Dios hecho hombre, es la Palabra única, perfecta e insuperable del Padre. En El lo dice todo, no habrá otra palabra más que ésta. S. Juan de la Cruz, después de otros muchos, lo expresa de manera luminosa, comentando Hb 1,1-2: 

Porque en darnos, como nos dio a su Hijo, que es una Palabra suya, que no tiene otra, todo nos lo habló junto y de una vez en esta sola Palabra, y no tiene más que hablar; porque lo que hablaba antes en partes a los profetas ya lo ha hablado en el todo, dándonos al Todo, que es su Hijo. Por lo cual, el que ahora quisiese preguntar a Dios, o querer alguna visión o revelación, no sólo haría una necedad, sino haría agravio a Dios, no poniendo los ojos totalmente en Cristo, sin querer otra alguna cosa o novedad (San Juan de la Cruz, Subida al monte Carmelo 2,22,3-5: Biblioteca Mística Carmelitana, v. 11 (Burgos 1929), p. 184.).

Meditación:

Dios ha dicho todo en su Verbo 

Dios, el Verbo, la Palabra hecha Hombre en Jesús, es la culminación de la revelación de Dios a través de los profetas.

El hombre salvado por el Hombre, que es Dios mismo en Jesús, que hizo con su Palabra abrir la del hombre alabando a Dios por la culminación de la salvación del hombre, desde siempre querida y preparada por Dios, para que todos los hombres se salven si quieren. Sí, si quieren. Si quieres.

Dios, La Palabra hecha Hombre en Jesús, es lo que necesitas saber, comer, vivir para salvarte.

(Lee, relee estas palabras, deja que la Palabra entre en tu corazón por la vía de la razón)

P. Jesús

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No habrá otra revelación – 66

 PRIMERA PARTE LA PROFESIÓN DE LA FE
– PRIMERA SECCIÓN «CREO»-«CREEMOS»
– 
CAPITULO SEGUNDO, DIOS AL ENCUENTRO DEL HOMBRE

Artículo 1 LA REVELACIÓN DE DIOS 

III. Cristo Jesús, «mediador y plenitud de toda la Revelación» (DV 2)

No habrá otra revelación 

66 «La economía cristiana, como alianza nueva y definitiva, nunca cesará y no hay que esperar ya ninguna revelación pública antes de la gloriosa manifestación de nuestro Señor Jesucristo» (DV 4). Sin embargo, aunque la Revelación esté acabada, no está completamente explicitada; corresponderá a la fe cristiana comprender gradualmente todo su contenido en el transcurso de los siglos.

Meditación:

No habrá otra revelación 

Dios habló con su Hijo, el Verbo encarnado, Jesús de Nazaret, el Mesías Salvador. Todo esta dicho por Dios, porque Dios mismo cumplió con su venida al mundo, la revelación. Pero dijo Jesús que aún faltaban muchas cosas por conocer y que el Espíritu Santo se ocuparía de esta labor, la de consolar e instruir, la de unir en un sólo pueblo a los salvados.

P. Jesús

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No habrá otra revelación – 67

 PRIMERA PARTE LA PROFESIÓN DE LA FE
– PRIMERA SECCIÓN «CREO»-«CREEMOS»
– 
CAPITULO SEGUNDO, DIOS AL ENCUENTRO DEL HOMBRE

Artículo 1 LA REVELACIÓN DE DIOS 

III. Cristo Jesús, «mediador y plenitud de toda la Revelación» (DV 2)

No habrá otra revelación 

67 A lo largo de los siglos ha habido revelaciones llamadas «privadas», algunas de las cuales han sido reconocidas por la autoridad de la Iglesia. Estas, sin embargo, no pertenecen al depósito de la fe. Su función no es la de «mejorar» o «completar» la Revelación definitiva de Cristo, sino la de ayudar a vivirla más plenamente en una cierta época de la historia. Guiado por el Magisterio de la Iglesia, el sentir de los fieles (sensus fidelium) sabe discernir y acoger lo que en estas revelaciones constituye una llamada auténtica de Cristo o de sus santos a la Iglesia.
La fe cristiana no puede aceptar «revelaciones» que pretenden superar o corregir la Revelación de la que Cristo es la plenitud. Es el caso de ciertas Religiones no cristianas y también de ciertas sectas recientes que se fundan en semejantes «revelaciones».

Meditación:

No habrá otra revelación 

Todo es sabido por la Iglesia Católica, porque todo esta revelado, por eso nadie puede cambiar la Revelación ya dada por Dios mismo. Y las revelaciones privadas tienen que estar sujetas a supervisión de los eclesiásticos competentes de la Santa Madre Iglesia Católica.

P. Jesús

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RESUMEN – 68 al 73

 PRIMERA PARTE LA PROFESIÓN DE LA FE
– PRIMERA SECCIÓN «CREO»-«CREEMOS»
– 
CAPITULO SEGUNDO, DIOS AL ENCUENTRO DEL HOMBRE

Artículo 1 LA REVELACIÓN DE DIOS 

III. Cristo Jesús, «mediador y plenitud de toda la Revelación» (DV 2)

RESUMEN

68 Por amor, Dios se ha revelado y se ha entregado al hombre. De este modo da una respuesta definitiva y sobreabundante a las cuestiones que el hombre se plantea sobre el sentido y la finalidad de su vida. 

69 Dios se ha revelado al hombre comunicándole gradualmente su propio Misterio mediante obras y palabras. 

70 Más allá del testimonio que Dios da de sí mismo en las cosas creadas, se manifestó a nuestros primeros padres. Les habló y, después de la caída, les prometió la salvación (cf. Gn 3,15), y les ofreció su alianza. 

71 Dios selló con Noé una alianza eterna entre El y todos los seres vivientes (cf. Gn 9,16). Esta alianza durará tanto como dure el mundo. 

72 Dios eligió a Abraham y selló una alianza con él y su descendencia. De él formó a su pueblo, al que reveló su ley por medio de Moisés. Lo preparó por los profetas para acoger la salvación destinada a toda la humanidad.

73 Dios se ha revelado plenamente enviando a su propio Hijo, en quien ha establecido su alianza para siempre. El Hijo es la Palabra definitiva del Padre, de manera que no habrá ya otra Revelación después de El.

Meditación:

RESUMEN 

Dios todo lo ha hecho y lo hace por Amor. Y por este mismo Amor se ha revelado a las personas; la Revelación es un acto de Amor de Dios al hombre.

Por obras y palabras, la revelación de Dios nos ha sido dada por Dios mismo, desde el principio de la Historia.

La alianza de Dios a los hombres, es esta mano amiga que necesita el hombre para levantarse y proseguir en la ruta de su salvación. El hombre, sin Dios permanece postrado eternamente. Agarrarse a la mano de Dios es aceptar su Salvación, es aceptarlo como Dios y entregarse a Él, para que se haga su voluntad en el hombre, y su voluntad es salvarlo. ¡Eso no lo dudéis jamás ¡jamás! Dios salva al hombre, por ser Dios y Hombre verdadero, por ser Dios. Ya Dios es hombre por siempre jamás, por tener vida por María, Dios es hombre siendo Dios. Tenemos un Dios Hombre, que nos lleva a su Reino de los Cielos, y hace que nuestra naturaleza humana, otro día viva en cuerpo glorioso, porque Jesús, que es Dios, abrió el camino para recorrerlo con él y dar la salvación a todo hombre que crea en su Revelación.

P. Jesús

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II. LA TRANSMISIÓN DE LA REVELACIÓN DIVINA – 74

 PRIMERA PARTE LA PROFESIÓN DE LA FE
– PRIMERA SECCIÓN «CREO»-«CREEMOS»
– 
CAPITULO SEGUNDO, DIOS AL ENCUENTRO DEL HOMBRE

Artículo 2  LA TRANSMISIÓN DE LA REVELACIÓN DIVINA 

74 Dios «quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad» ( 1 Tim 2,4), es decir, al conocimiento de Cristo Jesús (cf. Jn 14,6). Es preciso, pues, que Cristo sea anunciado a todos los pueblos y a todos los hombres y que así la Revelación llegue hasta los confines del mundo:

Dios quiso que lo que había revelado para salvación de todos los pueblos se conservara por siempre íntegro y fuera transmitido a todas las edades (DV 7).

 

Meditación:

Artículo 2  LA TRANSMISIÓN DE LA REVELACIÓN DIVINA 

El querer de Dios es que todos sus hijos, todas las personas del mundo, sepan de su amor por todos y cada uno, amor vivo en Jesús, Dios Hijo Jesucristo, el Verbo, el Dios que murió para salvarnos a todos, ¡a ti! Dios quiere que se propague el evangelio porque desea que todas las personas del mundo puedan saber y aceptar el Amor con que son amados por Dios, pero que si no se sabe de este Amor de Dios, no puede aceptarse y disfrutar de él con los goces espirituales que Dios Espíritu Santo envuelve a los hombres de buena voluntad.

Dios quiso y quiere que el mundo se salve, que todas y cada una de las personas del mundo se salven, ¡que tú te salves! Por eso la Iglesia y, antes, el Pueblo elegido, deben hablar claro y claramente de la Verdad, deben proclamar que Dios Ama a cada uno y quiere y puede darle su amor, si quiere; ¿quieres recibir el Amor con que Dios te ama? Pues, escucha la Verdad: Dios creó el mundo, Dios se hizo hombre en Jesús y murió por tus pecados. Acepta la Verdad y disfruta de tu inmortalidad en el Amor de todo un Dios Todopoderoso y Eterno.

¡Pasa la buena noticia! ¡Propaga el Evangelio!

P. Jesús

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