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RESUMEN – 68 al 73

 PRIMERA PARTE LA PROFESIÓN DE LA FE
– PRIMERA SECCIÓN «CREO»-«CREEMOS»
– 
CAPITULO SEGUNDO, DIOS AL ENCUENTRO DEL HOMBRE

Artículo 1 LA REVELACIÓN DE DIOS 

III. Cristo Jesús, «mediador y plenitud de toda la Revelación» (DV 2)

RESUMEN

68 Por amor, Dios se ha revelado y se ha entregado al hombre. De este modo da una respuesta definitiva y sobreabundante a las cuestiones que el hombre se plantea sobre el sentido y la finalidad de su vida. 

69 Dios se ha revelado al hombre comunicándole gradualmente su propio Misterio mediante obras y palabras. 

70 Más allá del testimonio que Dios da de sí mismo en las cosas creadas, se manifestó a nuestros primeros padres. Les habló y, después de la caída, les prometió la salvación (cf. Gn 3,15), y les ofreció su alianza. 

71 Dios selló con Noé una alianza eterna entre El y todos los seres vivientes (cf. Gn 9,16). Esta alianza durará tanto como dure el mundo. 

72 Dios eligió a Abraham y selló una alianza con él y su descendencia. De él formó a su pueblo, al que reveló su ley por medio de Moisés. Lo preparó por los profetas para acoger la salvación destinada a toda la humanidad.

73 Dios se ha revelado plenamente enviando a su propio Hijo, en quien ha establecido su alianza para siempre. El Hijo es la Palabra definitiva del Padre, de manera que no habrá ya otra Revelación después de El.

Meditación:

RESUMEN 

Dios todo lo ha hecho y lo hace por Amor. Y por este mismo Amor se ha revelado a las personas; la Revelación es un acto de Amor de Dios al hombre.

Por obras y palabras, la revelación de Dios nos ha sido dada por Dios mismo, desde el principio de la Historia.

La alianza de Dios a los hombres, es esta mano amiga que necesita el hombre para levantarse y proseguir en la ruta de su salvación. El hombre, sin Dios permanece postrado eternamente. Agarrarse a la mano de Dios es aceptar su Salvación, es aceptarlo como Dios y entregarse a Él, para que se haga su voluntad en el hombre, y su voluntad es salvarlo. ¡Eso no lo dudéis jamás ¡jamás! Dios salva al hombre, por ser Dios y Hombre verdadero, por ser Dios. Ya Dios es hombre por siempre jamás, por tener vida por María, Dios es hombre siendo Dios. Tenemos un Dios Hombre, que nos lleva a su Reino de los Cielos, y hace que nuestra naturaleza humana, otro día viva en cuerpo glorioso, porque Jesús, que es Dios, abrió el camino para recorrerlo con él y dar la salvación a todo hombre que crea en su Revelación.

P. Jesús

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