| D. , 53 años , de mexico. 4/30/2008 Estimada Maria: agradezco tu pronta respuesta a mi carta en cuanto a lo que me dices que quizas dios quiere que tambien cambie de Domicilio bueno eso es cierto. No no tengo padres, si tengo hermanos y6 casados una soltera y una divorciada pero mis hermanos hombres no me ayudan y em frecuentan poco mis hernmanas casadas y divorciada me apoyan moralmente y la soltera vive conmigo. Ojala esto la ayude a darme un buen consejo |
Respuesta de: María Durán de Bellido. 5/2/2008 Amada alma, que atraviesas momentos de dificultad económica y por tanto de soledad financiera y ayuda necesaria para tu santidad y estabilidad. Debes meditar cuales son tus elementos positivos de esta situación, y los apuntas. Luego… No. No medites los negativos. ¡Quita de tu mente lo negativo! Vamos a pensar en solucionar esta extraña circunstancia, porque si eres una mujer laboriosa ¿Cómo es que has llegado a estos extremos? ¿Donde ha ido el dinero de tu trabajo? Piénsalo, medítalo y que no vuelva a repetirse, porque si vuelves a cometer los mismos errores, será un círculo vicioso. Si tienes salud, y tu hermana, que vive contigo, tiene salud; ambas podéis trabajar y ganaros el sustento. Después de ver lo positivo que tienes, tú y tú hermana; buscad un trabajo por el que podáis recibir dinero a cambio de ejecutarlo. La solución no es pedir dinero, sino que es que lo ganéis vosotras. Que os ajustéis al presupuesto que recibís por el pago de vuestro útil trabajo laboral. Pero como ahora estáis muy apuradas. Pues mi consejo, es que aclaréis las cuentas, escribiendo lo que debéis y lo que necesitáis, y con las cuentas claras, hablas con tus hermanos, diciendo lo que os pasa y diciendo el porque os ha pasado y que evitaréis nuevos errores y que os hagan un préstamo y os ayuden a buscar empleo. Si lo contáis como os he dicho, verán vuestro análisis, vuestras intenciones de acabar definitivamente con esto y entonces, si además rezáis cada día el Santo Rosario, las dos juntas, pues, quizás Dios acceda a la intercesión de Su Madre, la Madre de Dios y vuestra, para con vosotras. No estáis solas, tenéis una Madre en el Cielo que vela por vosotras. Quedad en paz.
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