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Consulta 50

E. , 32 años , de Mexico. 6/20/2009

Quisiera que me ayuden tengo bastantes problemas econmicos le he pedidio bastante ayuda a jesus,no encuentro la salida a veces he pensado en suicidarme pero tengo hijos y esposa por favor ayudenme

Respuesta de: María Durán de Bellido. 6/20/2009

Alma bendita, no quiere Dios que te angusties por algo como las deudas, cosa común hoy en día, debido a la crisis mundial. Ve al Banco y les hablas con sinceridad: “Señores, lo lamento mucho pero no puedo pagar. Quiero, pero no puedo. Unos proyectos que tenía se han ido postergando debido a la crisis mundial y he tenido gastos ineludibles que me han absorbido el capital”. Jesús, te ayudará en la persona del empleado del Banco. Si tuvieres propiedades, ponlas en venta y acepta que deberás volver a empezar. Pero mientras hay vida hay esperanza.

El suicidio no es una solución; y quizás además por tu suicidarte muchas almas te siguen en el mal ejemplo. ¡Vive! ¡Resiste! Y pide consejo al mismo banquero. Que te diga qué consejo puede darte. Aunque sea mucho dinero, si llegas a un entendimiento con el Banco, ellos pueden aplazarte los plazos. Y no importa si te quedaras sin nada: ¡Vende y cambia de aires! A lo mejor Dios lo ha permitido por eso, para que dejes todo y empieces de nuevo en otro lugar. También puedes pedir dinero a tu familia, y siendo humilde, aceptas el dinero y los consejos. No pierdas tu vida por dinero, porque tú, tú vales mucho más, vales la misma sangre de Cristo. Pero no te quedes sin hacer nada; enfréntate a quien tú debes dinero, piensa que ellos, los banqueros son empleados y como tú tienen sus propios problemas y no son monedas, sino personas normales que hay que tratarlos como lo que son empleados que tienen poder de ayudarte. ¡Pide consejo! Yo sé que Dios va ayudarte, pero si te estás en casa, no vas a solucionarlo; se solucionará si vas y hablas; Dios Espíritu Santo te guiará en tus palabras.

El suicidio además de llevarte al Infierno es un problema muy grave que dejas a tu familia; es mejor, mucho mejor que hagas los trámites que te he dicho y luego verás, una vez más, como Santa María te ha dado la mano y Dios Todopoderoso ha solucionado este asunto de capital. No vale la pena, por dinero, acabar con tu vida, porque tienes maravillas por vivir y debes vivirlas y las vivirás. Hay muchas personas que te aman igual si tienes o no dinero. Sé que no es tu ‘fuerte’ el dinero, pero eres ¡tan bueno!, que Dios hace milagros también con el capital.

Anda, alma bendita, ve al Banco, da la cara y vuelve a empezar. ¡Qué no te importe lo que puedan decir los demás! Si tú supieras cuántos y cuántos, tienen problemas de dinero hoy en día; tú sólo eres uno más. ¿Y vas a morir por eso? Sé que es por lo que dice tu familia; sé que es por la presión familiar, pero piensa en tu familia Celestial, ¿quieres vivir eternamente en el Infierno sin sus caricias? Y sé que hay personas que te aman y tanto les da si tienes o no, más o menos capital.

Acepta que debes dinero y piensa qué puedes hacer: ¿Vender? ¿Buscar quien te lo preste? ¿Dejar sin pagar y empezar en otro lugar? Nadie puede dañar a quien quiere pagar pero NO PUEDE. Sólo tienes que aceptar que no puedes y decirlo: “A pesar de que quiero: No puedo pagar”. Ellos aceptarán tu buena voluntad. Y la familia; ¿qué quieres que te diga? Creo que les iría bien, si pueden ayudarte, que lo hicieran; si no pueden, pues se les acepta, pero si pudieren y no quieren: Dios se lo tendrá en cuenta. Quizás todo esto pase para que seas capaz de enfrentarte a ellos y les hables claro: “Debo dinero, no puedo pagar y si vosotros me queréis ayudar os lo agradecería de verdad”. Si no te ves con fuerzas para decírselo de voz, se lo escribes y les añades: “He pensado en el suicidio, pero amo demasiado a Dios y le pido, le suplico que toque vuestro corazón”. Eso les escribes. Pero, ¡tranquilo! Si no puedes pagar no van a matarte, ¡nadie!, te quitarán tus posesiones o deberás venderlas o quien te haya avalado tendrá que pagar por ti, pero tú viviendo podrás seguir haciendo el bien, no por tu dinero, sino por lo que eres; una persona maravillosa y algo torpe en asuntos de dinero; pero eso, no es para matarte, ni para suicidarte. Seguro que tienes algunos amigos que te querrían en su casa una temporada. ¡Ve allí! Y olvídate del dinero, que cuando puedas lo devuelves, ¡la vida es muy larga para ti!, oh amado de Dios.

Resumiendo: Ir el lunes al banco y decirles, que aunque quieres, no puedes pagar; y que te aconsejen cómo solucionar la deuda; si es que se pueden alargar los plazos o te dan tiempo para vender. Escribes a tus padres y les pides dinero. Ve con unas personas que te aman y te han pedido que vayas; ellos te querrán, te quieren con el corazón y tanto da si tienes o no dinero, y si necesitas dinero para ir, ¡pídeles! Tu vida vale mucho y dentro de unos años, sabrás, que no hay dinero suficiente, para pagar el bien que das y darás.

¡Ánimo! ¡Que Dios quiere que cambies de aires! ¿No lo ves claro? Recemos juntos: Padre nuestro, que estás en el Cielo, santificado sea Tu Nombre; venga a nosotros Tu Reino; hágase Tu voluntad en la tierra como en el Cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del maligno. Amén.

Dios te salve María, llena eres de Gracia, el Señor es contigo y bendita tú eres, entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre: Jesús; Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.

Gloria al Padre y Gloria al Hijo y Gloria al Espíritu Santo; como era en un principio, ahora y siempre. Amén.

¡Ánimo, que sé que saldrás de esta!

Queda en paz.

 

Sección: Dinero