| M. , 39 años , de panama. 9/27/2009 NO SE POR DONDE EMPEZAR Y DEBO ESTAR MUY DESESPERADA PARA PONERME A ESCRIBIRLE A USTED QUE NO LA CONOZCO PERO NO SE QUE HACER SIENTO QUE YA NO VALE SEGUIR LUCHANDO PORQUE SIEMPRE RECIBO DESEPCIONES , A VECES QUISIERA MORIRME PERO SE QUE NO ESTA BIEN Y REZO MUCHO POR ESO , AHORA NO ME SIENTO CON GANAS DE HABLAR SOLO QUISIERA DORMIR Y NO DESPERTARME NUNCA MAS. |
Respuesta de: María Durán de Bellido. 9/27/2009 ¿Por qué no pruebas de hacer unos planes a corto plazo? Algo como pensar en respirar tranquila, en que es gratis y que los rayos del sol también lo son. Luego le puedes añadir, que tienes dedos para teclear y que tienes una persona que piensa en que reza por ti. Yo. Yo soy esa persona y existo y me llamo María y también una vez pase lo que tú estás pasando ahora y vivo para contarlo, y te diré que además he sido muy feliz y soy feliz, precisamente por haber pasado por lo que estás pasando y seguí viviendo como tú vas a seguir haciéndolo. Si necesitas dejar lastre: ¡Déjalo! No te preocupe esto. Ni dejar casa, dinero, amigos que no lo son tanto, familiares que no te comprenden. Todo eso se puede volver a tener, porque hay mucha gente en el mundo, gente que es semejante a ti, gente que te comprenderá y que no te estará sermoneando. Tú eres como ese patito feo del cuento, que resulta que era un cisne pero estaba en el lugar equivocado, con gente equivocada, y la misma naturaleza quería abrirle otros caminos y por eso los que no eran como él, lo criticaban, se burlaban de él, le insultaban, pero Dios que todo lo ve, con su bondad continuaba llenando de aire del espacio y de sol cada mañana, y pasó el tiempo y hubo un nuevo día para el patito del cuento, y para las almas que sufren por un mundo mejor y no tienen donde asirse. Reza, reza. Y besa la imagen que represente a la Madre de Dios y deja que la Virgen te abrace y te acaricie y te peine y lave tu cara y sientes en toda ella los besos de una buena Madre que confía en ti, que sufre contigo, que sabe que mañana será otro día, y al otro también, porque eres un Cisne. Y no lo sabías. Ahora que lo sabes, hija mía, ahora recemos juntas un avemaría para que pase esta pena que tienes, para que puedas encontrar soluciones a los problemas de tu vida, porque otro día puedas ayudar a otros que como tú y como yo y tantos, hemos pasado por eso y podemos contarlo. ¡Vivamos! Que mañana saldrá nuevamente el sol. Dios te salve María, llena eres de Gracia, el Señor es contigo y bendita tú eres, entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre: Jesús; Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte amén. Queda en paz.
Sección: Dolor |
