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Consulta 5

p. , 43 años , de mexico. 8/1/2009

Hola Sra.Duran.
Pues bien lo que voy a comentarle hojala me pudiera orientar en que hacer o que pensar: se trata de mi hermana mama soltera de 28 años y con una nena de 4 añitos, resulta que siempre mis padres y yo le dimos lo mejor de la vida, nada le falto nunca, aun asi cuando se embarazo tuvo las mejores atenciones y siempre hemos visto por ella y su pequeña, resulta que el el ultimo año, cree en la santa muerte, y se junto con un hombre que era casado,el cual dice ya se divorcio, se ha ido a la capital para seguirlo, ahora mi madre que esta mas enferma que nunca de su corazon y todas sus enfermedades decide irse, sin i importarle nada mas que su bienestar, hemos hablado con ella pero a todos nos dice que si va a hacer bien las cosas, pero resulta que se burla de nuestros sentimientos… que le habra pasado,? por que tanto cambio y tanto resentimiento para con nosotros… no lo entiendo…. yo como hna mayor siempre he visto por ella y su hijita pero ahora recrimina que nunca la conoci? y mejor platica con todas las vecinas que con nosotros…. Dios quiera le vaya bien en su nueva vida….hoy partio con su hija a la capital…. mi madre esta desecha y nose como aconsejarla, sentimos mucho lo que pasa, pero que podemos hacer..??

Respuesta de: María Durán de Bellido. 8/18/2009

Alma buena, alma triste y con razón. Por la libertad de tu hermana ha entrado el dolor en vuestros corazones. ¿Qué hacer? Orar por ella. ¿Qué más?: ¡sufrir! Ella ha decidido libremente y su decisión os daña. Uniros más el resto de la familia y a Dios. Hay que pasar esta desgracia, hay que resistir, y los años pasan y ella volverá. Acuérdate bien de lo que te digo hijita buena: Ella con su hija volverá. Pero sufrirlo todo con la paz del perdedor, porque habéis perdido, a ella y a la niña. Aceptadlo: Estáis viviendo una derrota temporal. Y vais a seguir sufriendo durante bastante tiempo, pero las cosas pueden cambiar, porque la Madre de Dios tiene influencias en el Cielo, así que rosario en mano, a Ella hay que rezárselo y mientras no regrese tu hermana: ¡amaros! Y, aunque cueste lo que voy a deciros: Hacedlo. A tu hermana, no la critiquéis ni la gritéis, ni habléis mal de ella con las vecinas, que luego van y se lo cuentan. Hablad sólo en casa de vuestro dolor y llorad, ¡llorad y llorad! Hasta que parezca que no os queden lágrimas. Llorad y amaros los que vivís unidos por el dolor de esta separación y el pecado de esta hermana que no sabe lo que hace. Ella fracasó en el amor, veis el fruto de ese amor que no fue, y quiere ser amada por un hombre, quiere que un hombre la ame. Pero así no se hacen las cosas. Vosotras lo sabéis, yo lo sé, pero ella no lo sabe. Hay personas que necesitan vivir la experiencia en propia piel sino no aprenden nunca. ¡Dejad que viva esa otra experiencia! Y sed buenas con ella, porque sufre mucho también: quiere un marido, quiere un padre, quiere lo que no tiene, pero no lo hace bien. Eso lo sabemos nosotras, pero ella no, y lo aprenderá, porque no hay libro mejor para enseñar que la misma vida.

Te encarezco amiga mía, que cuides de tu madre: Id a Misa. Dale una estampa, bien linda, de la Virgen María. Y que la bese hasta cansarse y que le pida de continuo que proteja a su hija y a su nieta. ¡Que no la maldiga! Sino que comprenda que ella busca el amor de un hombre y, aunque se equivoca, puede equivocarse una vez más, pero vosotras no, vosotras sed buenas con ella y si algo de lo que os cuenta no estáis de acuerdo: callad, y decidle que las amáis y que les deseáis lo mejor. Y lo mejor es, será regresar a casa.

Amadas de Dios, es tiempo, para vosotras, de grandes sufrimientos: Amaros más y mejor la una a la otra y más que hablar de lo que ha hecho y de lo que había tenido que hacer: esperad a que vuelva, que volverá. Pasarán unos años, quizás, así que preparaos para que sea larga la espera y mientras esperáis, amaros mucho una a la otra y amad ambas a Dios, a Jesús, ¡que mirad lo que sufre Él, también, en este asunto de tu hermana! Murió en la Cruz también por ella, y ¿Qué hace? ¿Así le devuelve todo el bien que Dios le dio y le da? Una familia que la ama, que la ayudó siempre y que la seguirá ayudando. ¡Esperadla! Porque volverá.

Dios te salve María, llena eres de Gracia, el Señor es contigo y bendita tú eres, entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre: Jesús; Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte amén.

Queda en paz.

 

Sección: Madres solteras