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Consulta 12

 G. , 56 años , de Chile. 7/18/2008

Hace 6 meses murio mi unico hno.,despues de hecharme de su casa a la cual me invito,segun el si yo no me iba mi cuñada no volvia,deshecha de dolor hice mi maleta,cdo.le fui a decir que ya estaba lista,lo encontre muerto,fue un ataque fulminante al miocardio,esa fue la causa de muerte dijo el medico,mi cuñada me volvio a hechar,me hicieron cambiar mi pasaje de vuelta,no me pude quedar a sus funerales ni entierro,aun estoy sumida en un entrar y salir del dolor de su muerte,de su deslealtad,y cdo. llege a mi casa,me di cuenta que las lealtades de mi marido y mis 2 hijos de 23 y 38 años,tambien estaban con ellos,me siento cerca de Dios,El me da Su aliento,¿pero es normal que se hieran los sentimientos de los demas de esta forma? trato de olvidar lo malo,rescatar lo bueno,perdonar,pero hay veces en que le digo a Dios¿por que no me llevo a mi tambien?,gracias a Dios por ustedes,que ayudan tan amorosamente,yo soy voluntaria en un Hospital,he dejado de ir,desde ya les agradezco su atencion,por favor diganme que debo hacer? los saludo muy Atte.
G.

Respuesta de: María Durán de Bellido. 10/28/2008

Alma tan buena y exquisita. No te comprenden. Pero, a Cristo, tampoco lo comprendieron. ¿Comprendes, amiga mía?

Eres una victima de las circunstancias, y debes aceptarlo. Tu hermano murió trágicamente y la situación se desbordó y tú fuiste la persona que estaba allí, así que eres la victima de la situación. Acéptalo. Carga eso en tu cruz y sigue yendo al hospital voluntariamente a servir a tras victimas que como tú no las comprenden. La gente no comprende la enfermedad, la gente no comprende la muerte. Pero lo importante es comprender que no se comprende y seguir viviendo. ¡Tú puedes! Tú nombre G., es un nombre perfecto para ti y tus sentimientos que debes unirlos a los de Dios y darle Gloria con ellos; así qué; nada de rencores, nada de quejas, y todo aceptado por amor de Aquel que en la Cruz mira fijamente a ver si alguien desea unírsele y hacer un pacto, el pacto de la fe, el pacto de creer que la vida es sufrimiento y servicio. Tú lo sabes, tú lo sabias, pero se te me has despistado un poco. Vuelve a ser esa niña de María. Vuelve tu vista a Mamá María y reza con ella y deja de hablar de lo sucedido, porque si Dios lo permitió es que confiaba en que podías soportarlo. Así que, ánimo amiga mía; ánimo G., que hay un Dios que sí que te comprende. Y yo también. Un beso para ti en tu mejilla. Y no llores más amiga mía, porque me haces llorar a mí también. Y mira el espectáculo que estamos montando, todos desean venir abrazarte y no hay tiempo, porque te espera Jesús en la persona de los que en el hospital donde ibas necesitan de ti para comprender que son unas victimas de la vida.

Te quiero mucho G. Ánimo, amiga de Dios.

Queda en paz.

 

Sección: Pérdida de un ser querido