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Consulta 17

m. , 52 años , de colombia. 5/4/2008

hola Maria acabo de conocerte y enseguida te escribo,vivo en bogotá soy docente trabajo con niños tengo una hija de 27 años que vive en unión libre,mi otra hija casada con un bebe por cosas de mi Dios se la llevo con él y ahora se encuentra gozando de su inmenso amor.El bebe ya tiene 3 años está lindo y alentado lo cuidadamos las dos abuelitas y el papá que es muy dado a su hijo,+el ya consiguio novia lo cual me ha dado muy duro pero yo acepto pues +el está joven solo le pido a dios y oración a ustedes que si es la mujer digna para él y mi nieto las cosas sigan bien.Yo todvia estoy en un duelo de angustia y soledad esto me ha dado muy duro la ida de mi hija de repente jamas pense que enterreria a mi hijita desde ese momento permanezco en oracion asisto a misa comulgo,pero se que tengo que dar más de mi para tener a Dios más en mi corazón.Te pido que me aconsejes y guies como y que debo haer para sentir más a dios y su hijo en mi corazón,y como debo traar a la novia de mi yerno.Reciba un fuerte abrazo de esta nueva admiradora tuya.

Respuesta de: María Durán de Bellido. 5/5/2008

Amada alma de dolores y añoranza. Ay, dulce madre y santa abuela: Que buena eres, mujer de vida eterna.

Creo yo que tu vida espiritual es maravillosa y Dios debe gozarse en tus amoríos con Él.

Pido poder abrazarte alma con alma, para consolarte en la perdida de tu bendita hijita, niña de Dios; y que en Sus brazos la ama y ella vive feliz y esperando tu venida y la de todos los que ama y que todos vais a morir.

Se que es duro perder a un hijo, yo también pase por este trance y es muy triste seguir viviendo, pero así lo quiere Dios; y como en todo, debemos obedecerlo. Así qué: A seguir viviendo.

Te quiero bonita alma de madre bendita; te quiero mucho y sufro contigo y sufriendo las dos, se lo ofrecemos a Dios para la salvación de mundo.

Con tu yerno, debes quererlo, porque tú siempre serás el recuerdo de su bella y joven esposa. Tú siempre serás para él el recuerdo de ella. Y recordará de ella, de tu amada hija, lo que tú le muestres y le demuestres que eres. Si deseas que recuerde a tu hija con bondad: se buena con él. Si deseas que la siga amando: ámalo con tus pequeñas atenciones, con tu paciencia y también con tu silencio, aceptando su vida; su libertad. Tú, debes ser el recuerdo de tu bella hija, para que él la siga amando y continúe amando al hijo de los dos, y los demás hijos que tenga no usurpen el amor que debe a su hijo. ¿Comprendes, mi buena amiga? Medítalo, y verás que aún tienes muchas cosas por hacer en este mundo, así que nada de pensar en “tirar la toalla”.

¿Y, qué me dices de tu otra hija? Dime niña; ¿Qué más puedes hacer por ella? Dile a Dios, ante el Sagrario, todo lo que quieras y él, se las ingeniará para que tú lo sepas: Eso es la Divina Providencia: el diálogo de Dios a través de las circunstancias de la vida.

Me abrazo a ti querida, y te abrazo también.

Queda en paz.

 

Sección: Pérdida de un ser querido