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Consulta 2

D. , 43 años , de Colombia. 3/12/2009

Hola, me dirijo a ustedes por este medio para que por favor me ayuden, mi esposo falleció hace 6 meses, aun lo veo como algo irreal, me han hablado mucho y tratado de consolar, y aunque parezco tranquila mi angustia es muy grande, mi hija de 11 años y yo eramos su razon de ser y ahora parece que a nadie le importaramos, aunque no quiero parecer desagradecida, pero no es igual, de repente él se fué y eso no se asimila, es algo muy dificil de describir, yo me sentía mas gente a su lado, por que él no sabía como tenernos contentas y yo hacía muchas cosas también por verlo feliz asi no fueran muy importantes para mi, y ahora me siento muy sola a pesar que la niña es tranquila y amorosa como el, gracias por sus palabras, solo Dios con su infinita misericordia me ha dado un poco de consuelo. 

Respuesta de: María Durán de Bellido. 3/13/2009

Alma feliz por haber sido amada y gozar de la felicidad terrenal con un esposo bueno y una hija, de ambos, que tanto se parece a él.

Es normal y natural que sientas su ausencia en propia piel, porque erais los dos uno, y ha partido al Reino de los Cielos una parte de ti. No intentes olvidarlo, amada de Dios, sino que debes recordar todas las cosas maravillosas que tuviste con él y él te dio y tú le diste. Eso es maravilloso: Tener un buen matrimonio. Gózate en los recuerdos y haz un diario y escribe en él todo lo que sentiste y sientes por él, por tu buen esposo. Haz tu futuro con sus recuerdos y gózate en esta misma tristeza: Vívela, disfrútala, porque es mejor esto que vivir con un hombre al lado que no te ama o que hace adulterio. Os amasteis y eso es perfecto.

Pasará el tiempo, porque así acontece a todos, y vendrá a ti la fe de volverlo a ver otro día en la Eternidad para siempre jamás. Él, partió; y tú te quedaste, podía haber sido al revés, pero Dios lo decidió así, así que debes aceptarlo. Debes acudir también a la Santa Madre Iglesia; a la que perteneces; y usar de los sacramentos. Ve a confesarte y lleva una vida de santidad porque puedes hacerla: debes hacerla. Reza mucho por tu esposo y ayuda a tu hija a ser mejor cada día. Pon a Dios en tu vida y que Él sea el eje de la misma, aceptando que ahora parezca que las personas te han ‘olvidado’, pero ellas, las que lo amaban, también se lo pasan mal sin él, porque no sólo sufre la esposa, también sufren los padres, los hermanos, los amigos. A veces, cuando se sufre tanto, uno lo hace en silencio. ¿Y tú vas a esas personas para aliviarlas de la pérdida de tu amado esposo? Ellos, como tú, a su manera, pero también con amor y dolor, lo recuerdan. Únete a los que lo amaban, porque lo siguen amando. Ve tú a ellos y hablad de él con normalidad, porque los muertos viven en la Eternidad: Él vive en Dios.

Acude al Santo Rosario y besa a Mamá María, que Ella, tus besos, se los dará a tu esposo que está en el Cielo. Amén.

Queda en paz.

 

Sección: Pérdida de un ser querido