M. , 49 años , de Nicaragua. 7/23/2008 Consulta: Tengo un familiar que esta viviendo en adulterio. Llega a la |
Respuesta de: María Durán de Bellido. 12/12/2008 Alma para Dios. De Dios es de quien nos debemos fiar a la hora de decidir que hacer. Dios no permitió la fornicación en los suyos ni la alentó en nadie, más bien sabemos que nos hizo ver que en el adulterio y la fornicación está el pecado. Cuando tu aceptas en tu casa entre otra pareja de este familiar tuyo, que no es su cónyuge, entonces marginas al verdadero cónyuge. Y no es bueno tampoco, que hagas a los demás lo que no quisieras que te hicieran. Si tú fueras casado y tu esposa te abandonara y se uniera a otra persona ¿Te gustaría que otros recibieran al esposo que no es? Seguir a Cristo es duro y es difícil, porque no es nada fácil ayudar al pecador a que se arrepienta si en vez de corregirlo con nuestras obras y palabras, lo que hacemos es permitir marginar al cónyuge legal. De todo lo que hagamos con conciencia, de todo seremos juzgados. Tú tienes conciencia de lo que haces, porque sabes que no está bien, otros aceptan en su casa desordenes sociales, pero no tienen pecado porque no saben lo que hacen. Ser cristiano y saber nuestra fe, nos implica a cumplir con la ley de Dios aunque tengamos que marginar a quien ha usurpado el lugar de otro que es ante Dios esposo legal. Los hijos lo ven todo, lo observan todo, y si estás casado y tienes hijos, ellos verán que permites la entrada del pecado en tu casa y siendo así no te extrañes de que ellos te acusen otro día de fariseo y además no hagan caso de las cosas que les digas si estas no van respaldadas por tus obras. Podría ser que lo hicieras sin saber, pero ya sabemos que lo sabes, entonces es pecado saber y no obrar en consecuencia al ideal de la fe cristiana, que cuesta, porque vale la pena, y todo lo que vale la pena cuesta. Estaría bien hablar con este familiar, porque podría ser que cada dos por tres te fuera llevando personas distintas como pareja. Apelo a tu bondad y sentido común, y sobre todo a tu fe cristiana. Amén. Queda en paz.
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