m. , 13 años , de colombia. 4/8/2008 muchas gracias por su respuesta es la que siempre habia querido escuchar, me ayudo mucho me da alegria para esperar con mas anhelo y amor a mi señor. |
Respuesta de: María Durán de Bellido. 4/9/2008 Alma buena, alma santa. Si quieres ser religiosa, como te dije, hay que cultivar estas cosas: La oración. La obediencia. La pobreza. El servicio desinteresado y hecho por Dios, a los demás, sin discriminación. Empezarás por la oración. La Santa Misa diaria, y media hora antes o después, en conversación directa con Dios que está en el Sagrario. La oración de tus pesares, de tus deseos, de tus necesidades y un buen rato de buena acción de gracias, si puede ser cantando, en voz alta alguna canción a Dios o a Santa María: por lo menos tres canciones al día. Quien canta a Dios, es como si rezará el doble. Hazte querida niña un plan de oración y lo añades a tu horario. La obediencia. Por tu edad, deberás obedecer en todo a tus padres, si estos son buenos y van camino de santidad y todo lo que te manden y te aconsejen no sea para pecar, yendo contra uno o varios de los mandamientos de la Ley de Dios. ¿Ya tienes el Catecismo de la Santa Madre Iglesia Católica, Apostólica y Romana? Pues estudias los mandamientos de la ley, puedes ir al catecismo de la Iglesia en este link: http://www.vatican.va/archive/ESL0022/_INDEX.HTM La pobreza, deberás no estar apegada a nada material, deberás cuidar de todo lo que tienes y compartirlo con el necesitado. Deberás usar bien de las cosas pero no poner tu corazón en ellas. No te enfadarás con nadie si se rompe algo o algo tuyo se pierde, porque así, si Dios lo permitiera, permitiera que perdieras algo o se te rompiera algo, piensa que es una prueba para que seas y vivas la pobreza. Eso de momento te digo, buena alma de bondad y belleza espiritual. Servicio. Esto que posiblemente es lo que más te cuesta, esto es lo que más desea Dios que practiques día tras día. La vida misma te traerá circunstancias en las que podrás elegir servir o mandar. Deberás servir, ser útil a tus padres, a tus hermanos, a tus familiares, amigos o vecinos, pero no te excedas del horario, porque luego irías cansada y eso tampoco lo quiere Dios. Busca un buen sacerdote y coméntale esto que te he escrito y pídele consejo y se buena, muy buena, porque la santidad va muy unida a la bondad. Y Dios hace lo demás. Buenas noches niña buena; descansa en paz, que la aurora de tus sueños, los sueños de ser la esposa de Cristo Jesús, te llegarán en el día que Dios tiene previsto, ni tu impaciencia adelantarán nada, ni tu vida cotidiana va hacerte cambiar de opinión, si es que es de Dios tu vocación de religiosa consagrada a Dios en cuerpo y alma. Tranquila. Queda en paz.
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