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Consulta 10

f. , 53 años , de España. 10/12/2009

Santo sacerdote. Soy un hombre que amo a Dios, para mí Él está ‘sobre todo’.
Necesito su direción espiritual y acertado consejo con relación a lo que veo una lucha similar a la de San Pablo, «Siento otra ley en mis miembros que repugna a la ley de mi mente y me encadena a ley del pecado, que está en mis mienbros.» Romanos, 7,23.
Dr. Mateo, Tengo un firme deseo de servir al Señor ejerciendo un ministerio en la Casa del Padre, y si es posible consagrando mi vida realizando un ministerio.
Me veo atacado por el Diablo, no puedo verlo de otro modo, ya que cuando me entregué mediante oración de súplica y acción de gracias en mi vida, creando en mí un fuerte deseo en ampliar la dedicación de mi vida al servicio de la Iglesia, han aumentado mis afliciones causándome gran dolor.
Padre, no le pido «la solución», pero sí su santo y sabio consejo, ya que ‘sobre todo’, quiero y deseo con todas mis fuerzas entregar ‘toda mi vida’ al Padre.

Muchas gracias, reciba mi admiración en Cristo Y María.
Mis respetos: Ferran 

Respuesta de: Dr. Joan Antoni Mateo. 10/13/2009

Querido Fernando: Decía un Padre de la Iglesia que «todo aquel que se proponga servir al Señor, será perseguido». No se refería únicamente a las persecuciones por odio a la fe que sufrían los primeros cristianos, sino también a las insidias del Maligno. Cuando una persona se decide a amar a Dios y servirle de corazón, el demonio se pone muy nervioso y se muestra más agresivo que nunca. Nada debes temer, pues lo que te sucede forma parte de la vida espiritual. En estos momentos hay que redoblar la oración y pedirle al Señor que nos libre del mal y no nos deje caer en la tentación. Ofrece al Señor todos estos sufrimientos en unión de la Cruz de Cristo y no dudes que ahora se te invita a servir en la tribulación. San Pablo decía: cuando soy débil me siento más fuerte, porque sabía que por encima de todo hay que contar con la fortaleza de Dios. Invoca a San Miguel Arcángel para que en medio de la batalla salgas vencedor. El Señor te manifestará pronto caminos luminosos. Un cordial saludo y mi bendición.