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Consulta 11

M. , 27 años , de argentina. 9/22/2009

mi consulta tiene que ver con que a pesar de que en un momento pense que habia encontrado la vocacion de mi vida…no pude sortear todos los obstaculos y cai en muchas tentaciones, lo cual me alejo rotundamente de dios…y de lo que yo pense y senti era mi destino. Misionar en lugares donde a pesar de su ignorancia para muchas cosas conocen muy bien y aman a dios por sobre todas las cosas.
Hoy me siento que no estoy tan viva como cuando tuve esa experiencia hace 5 años atras.Y hoy pienso todos los dias que necesito de eso para vivir, que tengo mucho para dar y que puedo ser quien realmente soy….pero es como si Dios no quisiera lo que yo quiero o yo no puedo escuchar que quiere de mi???

Gracias

Respuesta de: Dr. Joan Antoni Mateo. 9/28/2009

La voluntad específica del Señor para nuestra vida es algo que hay que discernir continuamente. San Pablo habla de “revivir” la vocación recibida, aludiendo a la imposición de manos de la vocación sacerdotal. Pero esto sirve para toda vocación: al matrimonio, a la vida consagrada, al sacerdocio… Hay que revivir continuamente la llamada y alimentar el fuego de la vocación. ¿Cómo se hace esto? La vocación forma parte de la respuesta de fe que damos a Dios. La oración fiel y constante, la lectura y meditación de la Palabra de Dios, la recepción fructuosa de la Penitencia y la Eucaristía, el acompañamiento espiritual, la lucha ascética y la revisión constante de vida son ingredientes indispensables para perseverar en la fe y en la vocación a la que hemos sido llamados. ¿Los ha utilizado usted? Los obstáculos y dificultades, tanto interiores como exteriores, nunca faltan y hay que contar con ellos, pero con buena voluntad y la gracia de Dios se pueden superar. También hay que contar con momentos, incluso largas temporadas, de noche oscura y sequía de afectos espirituales. El ejemplo de la Madre Teresa de Calcuta es elocuente. Rece y confíe en Dios, entréguese a su misión sin demasiados miramientos y autocomplacencias, estrene cada día como si fuera nuevo, único, incluso el último de su vida. Ponga los medios espirituales y verá como siente “revivir” su vocación. También puede suceder que, a pesar de todo, aquello que creíamos nuestro vocación, no fuera tal, confundiendo nuestros gustos e inclinaciones con la voluntad de Dios. Incluso en estos casos siempre es posible rectificar el camino y vivir a fondo la fe, la esperanza y la caridad en otras ocupaciones y circunstancias.