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Dios existe, yo me lo encontré

Título: Dios existe, yo me lo encontré

Autor: André Frossard

 

«La fe mueve montañas y cambia vidas, esto es lo que nos demuestra “Dios existe, yo me lo encontré”, libro que se “digiere” con facilidad e interés; libro que recomiendo leer, libro apto para creyentes y no creyentes».

Victoria Bellido Durán

Sinopsis del libro

No es frecuente en nuestros días que el relato en primera persona de una conversión alcance tantas ediciones y pueda encontrarse aún en las librerías después de casi treinta años. Ése es el caso de este libro, que se ha convertido en un clásico del género autobiográfico y testimonial.

La vivencia que describe es atrayente y luminosa, pues la conversión de su autor se incluye claramente entre aquellas que son fruto de una gracia que algunos escolásticos llaman «tumbativa».

El propio Frossard describe su caso con estas palabras: «Habiendo entrado a las cinco y diez de la tarde en la capilla del Barrio Latino en busca de un amigo, salí a las cinco y cuarto en compañía de una amistad que ya no era de la tierra».

André Frossard -de la Academia Francesa- ha sido uno de los intelectuales más influyentes de Francia durante el siglo XX.

Nació en el único pueblo de Francia que no tenía iglesia, y fue educado en un ateísmo total, hasta que, a los veinte años, su fulminante conversión cambió por completo su vida. Escritor y articulista de prestigio internacional, fue comentarista político y colaborador en diversos medios – Le Figaro, L’Aurore, Paris-Match -, y redactor-jefe de Temps present. Falleció en 1994.

Otras obras suyas editadas en Rialp son: Los grandes pastores; El mundo de Juan Pablo II y Preguntas sobre Dios.

Opinión del libro

«Dios existe, yo me lo encontré» 

“Dios existe, yo me lo encontré” es un libro distinto a todos los que he recomendado hasta ahora. Es una autobiografía, escrita en primera persona, en la que el autor, André Frossard, nos cuenta cómo fue educado desde su infancia en el socialismo, alejado, evadido de la religión, pues nunca nadie le había hablado de la fe Católica, por lo que ni se preocupaba en preguntarse ni plantearse el sentido de la vida. Pero Dios escribe recto con renglones torcidos, y fue a su encuentro, haciéndole conocer la verdad de su existencia, en unos breves minutos, cuando André entró en una Iglesia, en busca de su amigo periodista, a quien se cansó de esperar en el coche.

Es un buen libro, que he disfrutado, aunque sinceramente, me hubiera encantado que el autor dedicara más páginas a esos minutos en los que Dios le hizo ver la “luz”, y a lo que prosiguió.

Dios nos ama tanto, que incluso a los que no le buscan ni conocen, sale a su encuentro.

La fe mueve montañas y cambia vidas, esto es lo que nos demuestra “Dios existe, yo me lo encontré”, libro que se “digiere” con facilidad e interés; libro que recomiendo leer, libro apto para creyentes y no creyentes.

Victoria Bellido Durán
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