Saltar al contenido

Domínate

Domínate

Para ser feliz, es necesario que tengas dominio de ti mismo. Los que ganan en Fórmula 1 son los que saben controlar su vehículo y llegan a la meta.

Dominarse es hacer lo correcto siempre, no significa que seas un robot; es ser dueño de uno mismo, tú eres quien decide hacer una acción. Por eso es bueno se una persona educada, porque quien es educado, sabe estar en su sitio y no daña a los demás.

Es muy triste que haya quien llore por tu culpa, ¿has pensado alguna vez si hay quien llora por tu forma de ser y actuar? Si por manera de obrar dañas, no vas bien, debes  corregirte, debes cambiar, dominarte y ser mejor y bueno de verdad.
Dominarse no significa no ser uno mismo, lo que sucede es que hay quien confunde «ser uno mismo» con no tener honor ni moderación ni nobleza de corazón; lo consideran como el ser «tal cual» sin pensar en los demás, decir lo primero que a uno le venga a la cabeza aunque sea malo, criticar, insultar, quejarse… esto degrada a la persona, no la eleva. Es como el que se encuentra ante un maravilloso piano y se pone a aporrear en vez de dejar que sus dedos se deslicen por el magnífico instrumento correctamente dando paso a una preciosa melodía.

Y ¿Verdad que hay buenas melodías de piano que expresan fantásticamente lo que uno siente y es?

Se puede ser uno mismo en la esencia de la bondad y perfección a la que estamos llamados para ser santos.

Dominarse no significa hacerse robot, sino hacer lo que hay que hacer, cuando hay que hacerlo y de la forma en que hay que hacerlo. Si estás triste llora, pero no maldigas, si estás contento ríe, pero no te burles.

¿Entiendes?

Tú sé bueno siempre.

Así serás libre de verdad y podrás ser tú mismo.

Ser tú mismo, es ser TÚ. Y TÚ eres de la forma que decides ser.

Montserrat Bellido Durán

© copyright