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EL REVERSO DE LO BIODIVERSO

EL REVERSO DE LO BIODIVERSO

Muchos, demasiados, enfatizan en la urgente necesidad de proteger la tan cacareada biodiversidad, desde su óptica “global”, que fluye de una patología mental llamada “ecomanía”.

Aquí cabe el dicho: “La necedad engendra la necesidad.”

Lo “biodi-verso” forma parte de esta “nueva ecología”, que es poesía del Universo, y que, en prosa, es muy otra cosa, algo así como el “efecto mariposa”.

La Tierra es megabiodiversa, “multidi-berzas” y “poli-berzotas”, y cada año se descubren en las zonas de selva inexploradas, en los fondos oceánicos y hasta en la suela del zapato, muchas especies nuevas, mientras que las extinciones “van de higos a brevas”. ¡Menudo negocio hacen algunos con especies extintas, como los dinosaurios, y extinguiendo otra “especie”, que veremos más abajo!

“Descargo” una paradoja, para quien la coja. ¿Cómo estamos normalizando el que vayamos “globalizando” por una cara de “la moneda” (nunca mejor dicho), mientras por el reverso nos estamos aldeanizando con lo biodiverso? El ecologismo hace que cada comarca, región o pueblo, salvaguarde tenazmente algún organismo considerado endemismo, y así estamos en lo mismo, un egoísmo biodiverso que protege la biodiversidad de la vecindad, sin pensar en el resto de la humanidad.

¿Que desaparecen especies biodiversas, como ortigas, moscas, mosquitos, avispas, ratas, cucarachas y el perro salchicha? ¡No tendremos esa dicha!

¿Hasta cuándo nos estarán timando con esta ideología, difusa y confusa, que llaman “ecología”?

La especie humana (Homo sapiens), aunque unos más “sapiens” que otros, es de lo más biodiverso del Universo, sea dicho en prosa o en verso, porque no existen dos personas totalmente iguales, y la estamos masacrando, extinguiendo. Apunto, sin disparar, a la guerra, la eutanasia, el aborto, y me quedo corto.

¿Tan catastrófico es que desaparezca un hierbajo, un lince, un gusanito, y tan poco nos importa que “se extinga” fulanita, fulanito?

¡Menos lobos, Caperucita!


Javier Bellido

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