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Artículos – Sabías que…

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¡COMULGAR, SÍ, PERO NO ASÍ!

¡COMULGAR, SÍ, PERO NO ASÍ!

     Quisiera recordar que al comulgar recibimos a Jesús, el mismo Dios de la Creación, que merece adoración. La presencia vital de Dios Hijo en la Sagrada Forma, es tan real como la presencia corporal de un conocido, “fulanito de tal”.

    Como recordó Jesucristo a Satanás: “Al Señor tu Dios adorarás” (Mateo 4, 10), Dios quiere que le adoren las criaturas celestiales, los reyes, los pastores y el común de los mortales.

     “Se postrarán ante ti, Señor, todos los pueblos de la tierra”. (Salmo 71).

    Aprendamos de los Reyes más Majos del Planeta, que sin haber recibido como nosotros el Espíritu Santo por el Bautismo, “Entraron en la casa, vieron al Niño con María, su madre, y cayendo de rodillas lo adoraron”. (Mateo 2, 1-12).

     “Ante el nombre de Jesús, toda rodilla se doble…” Si la rodilla hay que doblar por oírlo nombrar, mucho más al comulgar, que también lo nombra el sacerdote: “¡El Cuerpo de Cristo!”. Si decimos ¡Amén!, no le tratemos con desdén, y adorémosle bien, correctamente, con la fe y el amor de un creyente. Quien a Jesús ningunea, hace una cosa muy fea.

    Llegando al fondo de la cuestión, no hay adoración sin postración; todo lo demás forma parte del plan de Satanás: la banalización de la Comunión. De la abundancia del corazón, habla la postración.

     “Los símbolos y promesas se esperan de pie, mas la realidad se recibe con amor y de rodillas”. (San Pío X).

     “Nadie come de esta Carne, sin antes adorarla…, pecaríamos si no la adoráramos”. (San Agustín), que se despacha “agusto”.

    Arrodillarse para comulgar: “Es un signo particularmente expresivo de adoración, completamente apropiado, en razón de la verdadera, real y substancial presencia de Nuestro Señor Jesucristo, bajo las especies consagradas”. (Benedicto XVI).

    Recibir de pie la Comunión debería ser una excepción, cuando no es posible la genuflexión. Aunque estemos en enero-febrero, el amor a Dios no está de rebajas, pero sí debemos rebajarnos ante la divina Majestad, con humildad, para intentar “darle a Dios lo que es de Dios”, el honor y la gloria por siempre. Si no le adoramos, somos unos ladronzuelos que le roban gloria a Dios.

    Adoración es amor en acción. Te falta fe, si tratas tibiamente al señor. Si adoras como un pato, tu amor a la Eucaristía sufre alguna patología. Hasta “Los espíritus inmundos, cuando lo veían, se postraban ante Él”. (Marcos 3, 12). Bien no comulgas de rodillas porque estás en mantillas, y crees que la simple inclinación de cabeza (veneración) es adoración, o te dices “está permitido”, o sucumbes al respeto humano, tratando irrespetuosamente a Jesús, Dios.

    Vamos por partes: la cosificación de la Eucaristía es un abuso perpetrado en el seno de la Iglesia, de moderna introducción, que logró tener admisión, más nunca recomendación, obtenida con sacacorchos por una serie de “alcornoques”, mariachis de Satanás, en virtud de su dureza de corazón; fue un triunfo de su desobediencia y de su laxitud de conciencia.

    No todo lo permitido, es por Dios bien recibido, porque no está “bendecido”. A Dios le duele nuestra “dureza de corazón” (ver Marcos 3, 1-6).

     “No endurezcáis vuestro corazón como el día…”. Precisamente, adorar al Señor, ablanda el interior; y el fuego de la Comunión, funde el hielo del corazón. Adorar al comulgar, es una magnífica manera de evangelizar.

    Quien de veras ama a Dios, no admite lo que sólo se permite.

     “Sobre todas las cosas, a Dios amarás…”, y te arrodillarás, piensen lo que piensen los demás.

    Si el Misal manda arrodillarse durante la Consagración, con mayor motivo debemos hacerlo durante la Comunión, (“Señor, yo no soy digno…” decimos) porque somos criaturas que reciben la visitación de su Señor.

    Rechacemos la moda verdulera de comer el “Banquete” eucarístico “a la carrera”. ¡Poned reclinatorios, por favor, por amor al Señor y a vuestros feligreses! Dios colma de bendiciones a los santos sacerdotes que facilitan la Sagrada Comunión “en condiciones”. “No hacer algo bueno, es hacer algo malo”. (S. Juan Crisóstomo). Adorar es demostrar, con obras, la fe.

AHORA TOCA EL COMULGAR EN LA BOCA

     “El peor mal de nuestro tiempo es la comunión en la mano”. (Sta. Teresa de Calcuta). La Comunión en la mano es el escaparate de la corrupción de la piedad.

     En los Sínodos de CÓRDOBA (839) y de RUAN (878) se prohibió, bajo excomunión, la comunión en la mano.

     “… la comunión en la lengua, de ningún modo quita dignidad a quien comulga. Toda innovación puede llevar a la irreverencia y a la profanación de la Eucaristía, así como puede afectar “gradualmente” la correcta doctrina”. (instrucción ‘Memoriale Domini’ 1967 de San Pablo VI). Sepa la gente que dicha instrucción es actualmente vigente, no “intermitente”. Se está cumpliendo de forma “gradual”, la “profecía” papal.

     “Tocar al Santísimo Sacramento, es un privilegio de los ordenados”. (Carta ‘Dominicale Cenae’, 1980, de S. Juan Pablo II).

     “Oh Jesús, protege a tus sacerdotes, guarda sin mancha SUS MANOS CONSAGRADAS, que a diario TOCAN tu Sagrado Cuerpo…”. (Santa Teresa de Lisieux)

     El engaño del Mentiroso, para comulgar en la mano, es ya “viral” a nivel global. Reflexiona esta reflexión: Se intimidó al personal con la burda excusa del contagio viral por la Comunión bucal, y, en la situación actual ¿cuántos eclesiásticos han recomendado el retorno al modo normal? ¡Otro triunfo del Autor del Mal! Se está normalizando lo anormal.

     El diablo afina su orquesta para poner a punto la herejía sobre la Eucaristía.

     Los responsables de estos descalabros, claudicaron “a la muda” (“Quien calla, otorga”). ¡Oremos por ellos, que lo necesitan mucho!

     Ofrezcamos el infinito valor de la Misa, para que “el látigo de Jesús, limpie la Casa del Padre”.

Javier Bellido
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EL REVERSO DE LO BIODIVERSO

EL REVERSO DE LO BIODIVERSO

Muchos, demasiados, enfatizan en la urgente necesidad de proteger la tan cacareada biodiversidad, desde su óptica “global”, que fluye de una patología mental llamada “ecomanía”.

Aquí cabe el dicho: “La necedad engendra la necesidad.”

Lo “biodi-verso” forma parte de esta “nueva ecología”, que es poesía del Universo, y que, en prosa, es muy otra cosa, algo así como el “efecto mariposa”.

La Tierra es megabiodiversa, “multidi-berzas” y “poli-berzotas”, y cada año se descubren en las zonas de selva inexploradas, en los fondos oceánicos y hasta en la suela del zapato, muchas especies nuevas, mientras que las extinciones “van de higos a brevas”. ¡Menudo negocio hacen algunos con especies extintas, como los dinosaurios, y extinguiendo otra “especie”, que veremos más abajo!

“Descargo” una paradoja, para quien la coja. ¿Cómo estamos normalizando el que vayamos “globalizando” por una cara de “la moneda” (nunca mejor dicho), mientras por el reverso nos estamos aldeanizando con lo biodiverso? El ecologismo hace que cada comarca, región o pueblo, salvaguarde tenazmente algún organismo considerado endemismo, y así estamos en lo mismo, un egoísmo biodiverso que protege la biodiversidad de la vecindad, sin pensar en el resto de la humanidad.

¿Que desaparecen especies biodiversas, como ortigas, moscas, mosquitos, avispas, ratas, cucarachas y el perro salchicha? ¡No tendremos esa dicha!

¿Hasta cuándo nos estarán timando con esta ideología, difusa y confusa, que llaman “ecología”?

La especie humana (Homo sapiens), aunque unos más “sapiens” que otros, es de lo más biodiverso del Universo, sea dicho en prosa o en verso, porque no existen dos personas totalmente iguales, y la estamos masacrando, extinguiendo. Apunto, sin disparar, a la guerra, la eutanasia, el aborto, y me quedo corto.

¿Tan catastrófico es que desaparezca un hierbajo, un lince, un gusanito, y tan poco nos importa que “se extinga” fulanita, fulanito?

¡Menos lobos, Caperucita!


Javier Bellido

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HAY LEYENDA DEL BESO

HAY LEYENDA DEL BESO

Besando, que es gerundio y también tiene su “enjundio”, y su infundio. Claro que hay besos y “besos”, igual que hay quesos y “quesos”. En una tabla de quesos hay quesos de guarnición, y en el modo de los besos hay los de mala intención, pues un beso de ternura lo da una persona pura, pero un beso de ternera dado con la entera boca, parece un beso de foca.

Hay que tener caradura y manifestar “ternura” besando la dentadura, eso lo hace el hedonista con vocación de dentista.

El beso bucal, extraconyugal, es inmoral porque enciende el deseo sexual. Un beso prolongado, para quién no está casado, acaba siempre en pecado. El beso tiene mucha “química”. Al besarnos, los labios -que son erógenos, por su multitud de terminaciones nerviosas- producen oxitocina, que pasa al cerebro, y, a una persona normal, le produce excitación sexual.

“Del beso al lecho hay poco trecho”. Hoy abunda la camama, también la leyenda urbana, de que un beso “a la americana” (películas) no siempre acaba en la cama. Piensa que de este suceso, nula vez saldrás ileso; que no te la den con queso.

No te tragues la quimera de que así nadie se altera, y que es tan inocente como besarse en la frente, el besar así a cualquiera o al vecino de enfrente, sea de buenas a primera, y de modo tan hortera.

Está de moda el “piquito” en la contracultura actual, muy propia de gente loca, porque no es pico, es boca. “Piquito” es un eufemismo bien cargado de cinismo, engendro del esnobismo circulante entre el vulgo practicante.

¿QUÉ TE PARECE? Pienso yo que el “picoteo”, queda pero que muy feo, es un besito bucal como de ave de corral. Un “piquito” queda lindo para quien cae del guindo.

Un “piquito” rapidito, suave y afectuoso, no es algo pecaminoso, más no es ‘peccata minuta’ si el cuerpo así disfruta. Si te mola mogollón y buscas excitación, queda clara tu intención y precisas confesión.

Este besito bucal no es algo banal; si eres persona de sesos (y no uno de “esos”), no practiques el exceso de matar un cerdo a besos.

Si tú eres bautizado, no me seas apajarado, deja los picos de lado, evitarás agobios y microbios, porque un besito bucal no es un arrumaco, es un “arrimaco” peligroso, apto para hacer el oso. Un piquito de querencia, no suele afectar a la conciencia, pero si es un picotazo, suele arrear latigazo.

Por ausencia de malicia, brilla el beso de cariño en la mejilla, y es como besar una tortilla.

Dicen que el beso ata mucho, más que la cadena al chucho.

Un beso, entre otras cosas, hace sentir “mariposas”, pero quien no está ‘sponsato’, le busca tres pies al gato y mama el virus del ‘peccato’.

Aquí dejo y finiquito la leyenda del beso y el “piquito”.


Javier Bellido

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HOY, COMO SIEMPRE, ES BUEN DÍA PARA HABLAR DE MARÍA

HOY, COMO SIEMPRE, ES BUEN DÍA PARA HABLAR DE MARÍA

María, como todo el mundo sabe, es nuestra Madre.

Me duele que ignores a María, porque es tu Madre y la mía.

Jesús te mira con simpatía cuando amas a María.

La maternidad divina de María no es opinable, es impepinable, como que también es Madre de la Iglesia.

María, fiel seguidora de Jesús, es la primera cristiano-católica, la primera evangelizadora: (“Haced lo que Él os diga”) y ya está, dijo en Caná; es también Corredentora, por sus lágrimas al pie de la Cruz y por su Sí continuado a la voluntad de Dios.

En su humilde grandeza, es Reina de bondad y pureza, y reina en las almas sencillas de pueblos, ciudades y villas.

Nada mejor que el “factor amor”, que mueve el mundo, pues, según esta teoría, María es la “factoría”.

Si nuestro amor a Dios se enfría, acudamos a la Virgen María, y Ella cargará la batería.

María es flor de flores, amor de amores, y la amamos sus hijos, hagan fríos o calores. Quien la honra en la tierra, en el Cielo la honrará; Ella le acogerá y la puerta le abrirá. Ella nos ofrece su amistad por toda la eternidad.

“Si vives sin Dios, vives en pecado”… pues, si vives sin la Madre de Dios…, tú verás, Barrabás.

El amor a Nuestra Madre nos hace más amables.

El amor a Nuestra Madre nos hace más sociables, y, así como una madre une a la familia, la familia de los hijos de Dios permanecerá dividida y megadispersa, hasta que decidan acogerla en Casa, como hizo San Juan. La unión de los cristianos es una utopía, si no les une María.

El diablo, que sabe más por viejo que por diablo, no quiere ni oír hablar de María (pues, aguanta, que yo hablo todo el día) porque Ella le aplasta la cabezota —cornamenta incluida—, por eso incita a los cristianos a silenciarla y a fomentar la amnesia y la dislexia pastoral de ganaderos hijos del mal.

¡Qué alegría, enamorarse de María! Ámala, díselo con flores y con requiebros salidos del corazón. Pon alguna imagen suya en tu habitación, y acostúmbrate a saludarla, aunque solo sea con una mirada salida del alma; tendrás más paz y más calma.

Con María en el corazón, huye la depresión.

Tu Madre quiere hacer de madre, y espera que se lo pidas:

—“Madre, ayuda a este hijo tuyo”. “María, muéstrate madre”. “Mamá, prepárame un camino seguro”. “Cuéntale a Jesús cosas buenas de mí”. “¡Mírame con compasión, aparta esta tentación!” “No me dejes, Madre mía”.

Ella limpia tus churretes, si en algún charco te metes.

Ella es el camino más corto para llegar a Dios, le lleva en sus brazos, está siempre en su presencia.

María es mediadora de todas las gracias, es el medio y el remedio. ¡Pon los medios, pídele ayuda!

Si acudes a tu Madre celestial, tendrás “acompañamiento psicoemocional” y espiritual.  

María es causa y soporte de nuestra alegría. Fue, la sierva fiel, a cuidar a Isabel; ponte en camino, practica el “senderismo”, o imítala, que es lo mismo.


¿QUÉ TE PARECE?

Hay muchas sectas cristianas que no reconocen los privilegios de María, y así les va.

Quien deja a su Madre de lado está desequilibrado.

Ocultar a María es arrinconar una joya en el trastero.

Despreciar a María es una fechoría, rabiosamente anticristiana, propia de un pollo con mal rollo.

Quien menosprecia a su Madre virginal, vive en la indigencia espiritual.

Si Satanás elimina la razón, María ilumina el corazón.


Javier Bellido

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