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III. El conocimiento de Dios según la Iglesia – 37

 PRIMERA PARTE LA PROFESIÓN DE LA FE
– PRIMERA SECCIÓN «CREO»-«CREEMOS»
– CAPÍTULO PRIMERO: EL HOMBRE ES «CAPAZ» DE DIOS

III. El conocimiento de Dios según la Iglesia 

37 Sin embargo, en las condiciones históricas en que se encuentra, el hombre experimenta muchas dificultades para conocer a Dios con la sola luz de su razón:

A pesar de que la razón humana, hablando simplemente, pueda verdaderamente por sus fuerzas y su luz naturales, llegar a un conocimiento verdadero y cierto de un Dios personal, que protege y gobierna el mundo por su providencia, así como de una ley natural puesta por el Creador en nuestras almas, sin embargo hay muchos obstáculos que impiden a esta misma razón usar eficazmente y con fruto su poder natural; porque las verdades que se refieren a Dios y a los hombres sobrepasan absolutamente el orden de las cosas sensibles y cuando deben traducirse en actos y proyectarse en la vida exigen que el hombre se entregue y renuncie a sí mismo. El espíritu humano, para adquirir semejantes verdades, padece dificultad por parte de los sentidos y de la imaginación, así como de los malos deseos nacidos del pecado original. De ahí procede que en semejantes materias los hombres se persuadan fácilmente de la falsedad o al menos de la incertidumbre de las cosas que no quisieran que fuesen verdaderas (Pío XII, enc. «Humani Generis»: DS 3875).

Meditación:

III. El conocimiento de Dios según la Iglesia 

Cuando el hombre se vuelca en su autoestima se hace Dios y se olvida de Dios. La razón le da la espalda y neciamente malvive sin el amor de Dios, creyendo que el solo puede amarse; y el amor no es jamás, en el hombre, de si mismo, sino que el amor en el hombre es caridad.

P. Jesús

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