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Te espero, alma

 

Te espero, alma

 

Amigo mío,

querida alma;

desconozco tu rostro,

tu voz y tu nombre.

 

La distancia nos separa

y puede que nunca llegue a conocerte.

No sé dónde te hallas,

mas espero un día poder verte.

 

Querida alma,

deseo tu dicha y felicidad,

que el Cielo sea tu Eternidad.

Que allí nos encontremos

y juntas, del Amor gocemos.

 

Sí, te espero,

a ti te espero en el Cielo.

¡Qué alegría! allí podré conocerte,

y junto a Dios, ser felices eternamente.

 

Te espero en el Cielo,

amigo mío,

¡Te espero en el Cielo!

No me defraudes.

 

Ahora, juntos caminemos

para esta meta alcanzar.

Derribemos los obstáculos,

santifiquémonos y luchemos.

 

El Cielo debe ser nuestra morada,

el Cielo debe ser nuestro destino.

Junto a nuestro ángel de la guarda

logremos nuestro sitio.

 

No desfallezcas,

que yo te espero en el cielo.

¡No abandones!

que Dios  te espera en el Cielo.

 

Querida alma,

desconozco tu rostro,

 tu voz y tu nombre,

pero espero,

sé que en cielo te conoceré.

 

Alba Bellido Durán
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